El colectivo sirio asentado en la Plaza de los Reyes amaneció ayer con una inesperada actuación en la fachada de la Iglesia de San Francisco, flanco en el que hasta ahora conservaban sus pertenencias y montaban sus tiendas de campaña por la noche al estar más resguardados.
Los obreros, que vaticinan diversas actuaciones en ese muro del templo, instalaron ayer las vallas con una distancia de seguridad para evitar percances con los viandantes, de modo que los sirios tuvieron que desplazar su ubicación. Este grupo de extranjeros cumplió ayer una semana de movilización reclamando a la Administración su traslado a la península y sopesan hacer huelga de hambre. Las mujeres y los niños duermen en el CETI, mientras que los varones mantienen la concentración de forma ininterrumpida aunque en un número variable durante el día. Las féminas y los menores respaldan la protesta hasta que cae la noche.