Los dos jóvenes que fueron detenidos en la noche del pasado jueves en una vivienda del Príncipe en posesión de dos pistolas ingresaron ayer en prisión. Lo hicieron después de que ambos fueran puestos a disposición del juez después de permanecer desde la noche de su arresto en las dependencias de la Policía Nacional.
Los identificados como Z.H.M., de 24 años y M.N.S.A., de 23, fueron trasladados a primera hora de la mañana a sede judicial, en donde, tras conocer sus manifestaciones y las diligencias policiales practicadas, se dictó auto de entrada en prisión acusados de un delito de tenencia ilícita de armas del que deberán responder en posterior vista oral.
A las puertas del Palacio de Justicia la Policía Nacional destinó a una unidad de la UPR para coordinar el traslado de los dos jóvenes, aunque en ningún momento se produjo incidente alguno.
Tal y como se ha informado en anteriores ediciones de El Faro, la pareja fue detenida por agentes de la Policía Judicial del CNP en la barriada del Príncipe después de una tarde en la que se recibieron varias llamadas en la Sala del 091 informando de la presencia de al menos un individuo armado que estaba efectuando disparos en el zoco.
La Policía tuvo conocimiento de que en el interior de una casa podía haber dos personas armadas por lo que, ya pasadas las doce de la noche, accedió a su interior y localizó a los dos jóvenes. Además de las dos pistolas encontraron dos chalecos antibalas, munición y cinco cargadores, siendo uno de ellos doble.
Uno de los detenidos, el llamado M.N.S.A., fue víctima de un disparo en la pierna el pasado mes de febrero después de que, al salir de su vivienda, fuera acribillado por varios pistoleros que después se dieron a la fuga. En aquel episodio resultó herido de forma accidental otro joven y a punto estuvo de serlo otro residente de la barriada, ambos circulaban en sus vehículos.
En la mañana de ayer la Policía puso a disposición del juez a la pareja procediéndose a su posterior ingreso en Los Rosales. De este episodio en concreto no se ha sabido más datos de por qué disponían de esas pistolas ni de qué les movía a disponer tanto de la munición como de los chalecos protectores.
Se da la circunstancia de que cuando los agentes abandonaron el Príncipe con los detenidos, hubo alguna persona que efectuó varios disparos al aire que pudieron ser escuchados por vecinos de la barriada en una clara muestra a la Policía de que sigue habiendo personas armadas por el lugar.