Ángel González, director de Enfermería en la red de centros, explicó que este puesto permanecerá sin cubrir hasta principios de enero ya que las sustituciones se efectúan a partir de los 21 días, “algo que no es de ahora”, puntualizó. “Si hay posibilidad de mantener el servicio a los usuarios durante las tres primeras semanas, se cubre con los efectivos dentro de la empresa, y a partir de entonces sí se cubre una baja por enfermedad hasta que el profesional recibe el alta”, explicó este cargo del Ingesa.
Este representante del Ingesa señaló que, desde hace dos semanas, él conocía que la profesional tenía cita en quirófano, motivo por el cual informó a la unidad administrativa del Recinto sobre la necesidad de cerrar las agendas. De este modo, las personas citadas previamente en la Zona 1 son derivadas a las matronas de Otero y Tarajal, aseguró.
No obstante, contempló que hayan podido surgir problemas para advertir con antelación a algunas usuarias de que el servicio de matrona en el Recinto quedaba cancelado, ya fuera porque el número de teléfono no figura en la historia clínica o bien porque resultó imposible localizarlas al ausentarse de su domicilio en el momento de la llamada.
El director de Enfermería en Primaria negó que la población vaya a estar desatendida y disculpó las incomodidades que pueda ocasionar el desplazamiento. No obstante, González garantizó que habrá espacio en la agenda de las matronas en el centro del Tarajal y Otero.
El cupo máximo de sustituciones
Fernando Pérez-Padilla, director territorial del Ingesa en la ciudad autónoma, informó en su última comparecencia ante los medios que, en relación a las bajas, "existe un cupo máximo que podemos sustituir, ya no se puede cubrir todo como antes, lo tenemos reducido a un número de horas al año”. El máximo representante de la sanidad asistencial indicó que "ya no se pueden cubrir las bajas con esta herramienta porque inmediatamente produce un desvío, sobre todo el Capítulo 1, y esto supone un tirón de orejas de nuestra Dirección y Hacienda nos pasa la factura correspondiente”, antes de añadir que la Administración tienen que “apretarse el cinturón”.