Pasadas las tres de la tarde una máquina excavadora convirtió en escombros buena parte de la escalera del Tarajal que, desde hace muchísimos años, unía la carretera nacional con la barriada del Príncipe pero que se había convertido en un peligroso laberinto de subida y bajada de porteadores. El derribo se producía horas después de que un grupo de personas sin identificar tirara el muro que operarios de Obimace habían levantado sobre las escaleras para impedir el tránsito de porteadores por esta zona y los consiguientes problemas que estaban ocasionando en el acceso al CEIP ‘Príncipe Felipe’. Esa había sido la solución acordada el viernes, pero ante la comprobación de su derribo al margen de los acuerdos alcanzados, la Administración optó por echar abajo las escaleras, imposibilitando así el tránsito.
Las labores de demolición estuvieron seguidas de cerca por patrullas de la Policía Nacional, Local y Guardia Civil para evitar que pudieran producirse incidentes. En cuestión de minutos los marroquíes que estaban subiendo y bajando la escalera intentando sortear el control que sobre la mercancía estaba ejerciendo la Benemérita a pie de carretera, vieron cómo la Policía colocaba cintas de lado a lado vetando para siempre tal acción. Algunos marroquíes intentaron subir y bajar pequeños bultos por el montículo de tierra propiedad de Defensa, pero se toparon con las advertencias de los agentes que se vieron obligados a colocar más cintas para impedir el tránsito.
Las labores de demolición llegaron hasta la mitad de la escalera, ya que había que contar con inspecciones de los inmuebles allí existentes para comprobar que, de seguir adelante, no se producirían pequeños derrumbes. Los vecinos de la barriada del Príncipe Felipe y algunas familias que viven en la zona más cercana a las escaleras mostraban su rechazo a tal actuación al quedarse aislados. “El autobús pasa cada hora por nuestra barriada y esta escalera era una vía de enlace directo para poder coger el de la frontera que pasa de forma más regular. Ahora tenemos que dar toda la vuelta y cruzar por una carretera que no reúne condiciones y es muy peligrosa”, criticaban a este medio. “Nosotros somos españoles y no tenemos que pagar por los problemas que generan los porteadores marroquíes”, añadían, denunciando además la peligrosidad en la zona ya que tras el derribo de las escaleras quedó un vacío sin vallar y sin protección alguna para evitar caídas. Con esta decisión lo que ha pretendido la Administración central es cortar por lo sano y avanzar en el proceso de intento de reordenación del tránsito de mercancía que ya se está poniendo en marcha. Un proceso previo a la operatividad del ‘Tarajal II’, el nuevo puente que sustituirá al paso del Biutz y en el que la Delegación del Gobierno tiene puestas todas las esperanzas.
Las normas establecidas siguen siendo las mismas. La salida de mercancía solo podrá hacerse por el Biutz, evitándose que esas acciones se repitan por el Tarajal. Se garantizará el acceso despejado para los escolares del CEIP ‘Príncipe Felipe’, para lo que se ha optado, tras el derribo clandestino del muro, por retirar la escalera. Y se contará a diario con una presencia importante de medios policiales de cada Cuerpo de seguridad, desarrollando cada uno las labores que le competen.