El matrimonio formado por Said y Almudena asegura que vive “atrapado” en Ceuta desde que él, de nacionalidad argelina, decidiera viajar desde Alicante para, según aseguran, cerrar unos negocios en la ciudad. El laberinto burocrático en el que dicen estar inmersos comenzó en el mes de agosto, cuando Said intentó regresar a la península. En el control de pasaportes le rechazaron porque su permiso de residencia en España no estaba en vigor.
Casado desde 2001 con Almudena, española, en 2008 el Ministerio del Interior se negó a renovarle la documentación porque en su contra pesaban varias condenas por otros tantos delitos cometidos, algunos de ellos penados incluso con cárcel. Esa circunstancia, insistía ayer, no le ha impedido moverse desde entonces con total libertad por la península, pero las fuerzas de seguridad le insisten en que sin permiso en regla es imposible atravesar el Estrecho. Said reconoce que incluso ha intentado embarcar en dos ocasiones con documentación falsa “por desesperación”, un acto ilegal que le ha costado dos detenciones a él y a su esposa, que se desplazó en septiembre hasta Ceuta para intentar ayudarle pero ahora está, como su marido, “en una ciudad que no conocemos, sin dinero y sin que nadie nos ayude a salir de aquí”.