La jornada no es festiva, las Murallas Reales ya no sirven de escenario y el número de distinciones ha quedado recortado a sólo una, frente a las seis que llegaron a concederse a principios de la pasada década. La ceremonia se ha simplificado, quizás por imperativo de los tiempos de austeridad económica,
pero el espíritu del Día de Ceuta sigue siendo el mismo: celebrar que la ciudad forma parte del engranaje administrativo y territorial de España y conceder su máxima distinción, la Medalla de la Autonomía, a aquella persona, institución o colectivo que haya destacado por su trayectoria.
Por Ceuta han pasado en los últimos años los presidentes de comunidades autónomas, con los que se cerraron lazos de colaboración y convenios. La ceremonia de hoy será más sencilla, pero también contará con representación de la Comunidad de Madrid. No con su presidente, que celebra estos días el Debate sobre el Estado de la Comunidad y acto seguido partirá hacia Buenos Aires para defender en la capital argentina la candidatura de la capital para organizar las Olimpiadas de 2020. Sí estará hoy en el Auditorio del Revellín, en su nombre, el consejero de Presidencia y Justicia –además de portavoz del Gobierno madrileño–, que ostentará la representación de la Comunidad.
Además del discurso del presidente de la Ciudad, Juan Vivas, los grandes protagonistas de la jornada serán hoy, a partir de las 20:30, los integrantes de la Organización Nacional de Ciegos Españoles (ONCE), que recibirán la Medalla de la Autonomía. La recogerá el delegado territorial en Andalucía, Ceuta y Melilla, Patricio Cárceles, dando cumplimiento así al acuerdo del Pleno de la Asamblea que aprobó de manera unánime conceder el máximo galardón de la Ciudad a esta entidad.
Con la Medalla de la Autonomía, Ceuta reconoce a la ONCE las acciones y servicios que ha realizado durente los últimos 75 años y que han repercutido de forma beneficiosa para los intereses de Ceuta y de algunos de sus ciudadanos, en especial el colectivo de invidentes. La organización cumple este año tres cuartos de siglo de historia y 55 años de presencia en la ciudad.