La Jefatura Superior comunicó que desconoce este caso e informará si lo considera oportuno. Responde a las siglas M. O. y es belga de nacionalidad marroquí. Oculta su identidad por motivos personales pero en ningún momento dudó en interponer la denuncia que ayer presentó ante el Juzgado de 1ª Instancia e Instrucción nº 2 de Ceuta contra “funcionarios de la Policía Nacional en el puesto fronterizo” del Tarajal. Este ciudadano regresaba de Marruecos para emprender su viaje hacia Bélgica desde el puerto de la ciudad autónoma.
La razón que expone en el acta se resume en “insultos, empujones, ausencia de identificación porque carecían de placa en ese momento y la negativa a entregar formularios de queja por el maltrato” al que, insistió, le sometieron los agentes el pasado sábado 15 de junio entre las 12.15 y las 14.00 horas aproximadamente. Por su parte, la Jefatura Superior del Cuerpo Nacional de Policía comunicó que desconoce la existencia de dicha denuncia y se pronunciará si estima oportuno cuando disponga de más datos.
Sobre el denunciante pesaba una orden de expulsión, reconoció él mismo. Sin embargo, desde que se casó en 2010, obtuvo la nacionalidad belga y, señaló, la Oficina de Extranjería le informó que la revocación de la expulsión fue aprobada de modo que ya puede circular libremente por Europa, según figura en la declaración prestada.
La Policía Nacional, según relató M. O., le retuvo durante una hora y media “sin justificación”. Durante ese tiempo, este ciudadano “con voz tranquila y suave” solicitó al agente que le diera su número de placa y formulario de queja “como en el que se exhibe en la ventanilla” a lo que el policía contestó, según su versión, “te voy a dar una mierda” adquiriendo el efectivo una actitud “muy nerviosa”.
El agente llama a su superior, recordó el belga, quien le entrega la documentación a M. O. antes de decirle que puede entrar en España o regresar a Marruecos. El transeúnte insistió al mando que le diera la identificación del primer agente a lo que contestó, indicó el denunciante, “te voy a abrir un expediente y te voy a dejar aquí esperando”. Además, subrayó que no le dejaron sentarse durante ese periodo de tiempo.
Al parecer, una vez se marchó el superior, el mismo policía que dice este ciudadano que profirió insultos, le obligó a firmar un documento a lo que M. O. se negó. Luego estamparon un sello en su pasaporte, destacó, y fue empujado instándole a que las “quejas” se ponen “en la Comisaría de Ceuta, en la Frontera no” para añadir que “ahora no vas a pasar y te vas para Marruecos”. Hecho que él interpretó como dirigirse hacia su persona “sin respeto”, comportamiento que, reiteró, él nunca tuvo.
Asimismo, M. O. explicó que el incidente le perjudicó porque perdió el barco y el avión de Málaga a Bélgica.