Venimos repitiendo que la visita del director general de Tributos tiene una gran importancia desde el punto de vista económico. El desplazamiento por un lado tiene la justificación, ya de por sí importante, de su participación en las I Jornadas Tributarias, donde él será el encargado de ofrecer la ponencia final antes de la clausura de las mismas por parte del delegado del Gobierno, Francisco Antonio González Pérez.
Y es que tanto la noche anterior como durante sobre todo la mañana del mismo viernes, mientras que en el Tryp se siguen desarrollando las jornadas con la participación de otros ilustres miembros de las Jornadas Tributarias, entre ellos el propio subdirector general de Tributos, el mismo Diego Martín Abril tendrá reuniones muy importantes tanto con la Ciudad Autónoma, la Delegación del Gobierno y los propios empresarios ceutíes.
De fondo aparece como es lógico el 'ciclo mercantil completo', la reforma más importante que se prevé para la presente legislatura del Régimen Económico y Fiscal. Una petición de toda la vida de los empresarios de nuestra ciudad, que siempre han asegurado que buscan de esta manera la seguridad jurídica para sus inversiones, ante los constantes problemas que se encuentran a la hora de justificar sus acciones económica para que a las mismas se les apliquen los beneficios fiscales que tiene nuestra ciudad tanto a nivel del IRPF como del Impuesto de Sociedades. Una aclaración que hicieron suyas tanto la Ciudad Autónoma como la Delegación del Gobierno, en cuyo seno se creó una comisión de la que formaban parte tanto la Ciudad Autónoma, la propia Delegación y la misma Agencia Tributaria para buscar una definición que buscara un consenso y que lograra un objetivo. De un lado, esa aclaración definitiva del concepto que no obligara a interpretaciones por parte de los funcionarios en cada caso y luego, el gran miedo que tiene la propia Administración General del Estado, que una aclaración del concepto de 'ciclo mercantil completo' demasiado benevolente pudiera servir como una válvula para el fraude fiscal por quienes de verdad no buscan la inversión en Ceuta, sino el no tributar sus obligaciones.
Pero también aparece de fondo la reforma del IPSI, el impuesto indirecto, que la misma Ciudad Autónoma busca, desde luego, su mayor aproximación al IGIC canario, de manera que se actualice después de casi dieciocho años desde que entró en vigor, pero que, por supuesto, no suponga una pérdida en la recaudación que tiene ahora mismo la Ciudad Autónoma.