La asociación Septem Nostra ha propuesto al consejero de Medio Ambiente, Barriadas y Servicios Comunitarios instalar una exposición temática permanente sobre migraciones de cetáceos, de aves marinas y del propio ser humano en el Estrecho en la antigua Sirena de Punta Almina, un recinto que se encuentra en la actualidad cerrado y sin uso desde que concluyó su restauración, que fue encomendada a la Fundación Forja XXI a través del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE). El edificio ha sufrido en las últimas semanas destrozos en las puertas y ventanas.
Entiende la asociación, y así se lo ha trasladado a Gregorio García Castañeda, con el que ha mantenido una reunión esta semana, que este emplazamiento es, por su ubicación, un lugar idóneo para acoger esta muestra permanente en la que además de la asociación colaboraría la Sociedad Española de Ornitología (SEO), que también se ha mostrado muy interesada en poder llevar a cabo esta iniciativa que, además de la misión divulgativa cumple otro cometido, como es el de darle utilidad a un edificio custodiado por Defensa al tratarse de una propiedad militar.
José Manuel Pérez Rivera, presidente de Septem Nostra, subraya que se ha solicitado fundamentalmente dotar al lugar de suministros básicos como luz y agua, así como vigilancia. Esta actuación estaría enmarcada en el programa de la Agenda 321.
Lo cierto es que este emblemático edificio sigue vacío más de un año después de que la Fundación Forja XXI entregara a la Comandancia General las llaves Y además, sin previsiones de que pueda ser utilizado en los próximos meses. Defensa nunca ha manifestado un interés especial en retenerlo entre sus posesiones. De momento, esta instalación, que está desafectada del patrimonio militar dispone de vigilancia las 24 horas al día, a cargo de efectivos de la Unidad de Servicios Básicos (USBA) de la Base Única, “para evitar destrozos y otros actos vandálicos”. Pero poco más.
Cuando comenzó a rehabilitarse, tanto la Delegación como la Ciudad expresaron su interés en que el edificio se dedicara a temas medioambientales, pero la crisis y la coyuntura económica han descartado, al menos de momento, que allí se vaya a instalar alguna dependencia municipal o la creación, tal y como se acordó en su día, de un centro de interpretación de la naturaleza, que hoy por hoy no tiene cabida en los proyectos de la Ciudad. A este edificio se dedicó 1,2 millones de euros que el SEPE invirtió a través de dos talleres de empleo.