El pregonero recibió ayer las guardas, por parte de la Hermandad, en su domicilio “Vivencial y religioso”. Así dijo Pedro Mariscal que es el pregón del Rocío que pronunciará el próximo 4 de mayo en la Parroquia de Santa Teresa, al concluir la Función Principal de Instituto que tendrá lugar a las 19:00. Esta obra espera ya para ver la luz en las guardas que fueron entregadas ayer al pregonero en su propio domicilio, hasta donde acudió la Junta de Gobierno de la Hermandad encabezada por su hermano mayor, Manuel Guillén, un representante del Consejo de Hermandades y el vicario y director espiritual, Juan José Mateos.
En una conversación con este medio, Mariscal dijo que ser elegido pregonero fue para él “una satisfacción y un honor”, entre otras cosas porque además de rociero se considera “mariano”. Mariscal fue pregonero de la Semana Santa de Ceuta 2008 y de San Antonio, pero nunca había hecho uno mariano. “Que se hayan acordado de mí ha significado mucho. Tenga en cuenta que yo tengo 61 años y con 16 o 17 ya estaba yendo al Rocío, cuando todavía aquí en Ceuta apenas conocían a la Virgen del Rocío, como se suele decir”, manifestó.
El pregonero destacó la labor de la Hermandad del Rocío, ya que “son 25 años caminando y yendo al Rocío y eso es ya una experiencia”. Mariscal adelantó que su pregón ya está terminado y que desde que se lo propusieron tenía claro cómo quería que fuera “porque quiera o no, todo el mundo tiene un pregoncito dentro”. Su obra tratará “del Rocío de antaño, del medio y del actual”. La Romería del Rocío la define “como una autopista con un sinfín de carriles, donde todos ellos al final confluyen en un sitio y un lugar, que es la Ermita. Dentro de esos raíles va la devoción, la juerga, el cante, las penas y las alegrías, y así hasta concluir en la Ermita, que es donde está la Virgen”.