Los ladrones de la ‘Joyería Telemar’ vertieron el contenido en la tienda para borrar posibles pistas.
“El daño ya está hecho”, admitió ayer el propietario de ‘Joyería Telemar’, el establecimiento desvalijado el pasado fin de semana utilizando la técnica del butrón, es decir, perforar una pared para introducirse en el establecimiento y sacar la mercancía al exterior. Sin aún posibilidad de calcular el valor del material sustraído, el dueño solo desea que la Policía Nacional detenga a los culpables.
La investigación continuó ayer con el regreso de los agentes de la Científica al escenario del robo, en la plaza de España. Analizaron el local en busca de huellas aunque, como ya informara este periódico ayer, la astucia demostrada en el modus operandi complica las investigaciones. Además, los individuos descargaron el contenido de un extintor antiincedios sobre las superficies que tocaron para borrar todas las pistas. O casi todas.
Los agentes descubrieron algunas zonas sin cubrir por el polvo y procedieron a tomar huellas de la puerta entornada de una de las dos cajas fuertes saqueadas; algunos cajones que contenían las joyas y la vitrina que tuvieron que atravesar para entrar en la joyería, puesto que el butrón se practicó en la pared justo a la altura de la misma, enumeró el portavoz de Joyería Telemar.
Para acceder al interior, los cacos primero forzaron la cerradura de uno de los accesos que comunica con la parte trasera de la joyería y otro establecimiento comercial más. Tras forzar la cerradura de la persiana que se encuentra junto al bar de la plaza, se toparon con una puerta de seguridad que también consiguieron abrir. Ya dentro, ubicados en la parte trasera de la tienda ubicada en plaza de España, realizaron el butrón. En definitiva, sabían perfectamente en dónde debían hacer el agujero para entrar.
Mucho se ha hablado desde el lunes sobre el sistema técnico de seguridad que protegía el establecimiento. La delegación ceutí de una empresa dedicada a esta actividad confirmó que los ladrones “desconectaron y arrancaron” la alarma, de ahí que no sonara.
Esta compañía recordó que la Ley de Seguridad Privada de 2011 obliga a los comercios de determinados sectores, entre otros las joyerías, a cumplir con un sistema de alarma 3 -conectado por línea fija, móvil e IP-; persianas de seguridad y cristales blindados, según dicta el Ministerio de Interior. El Cuerpo Nacional de Policía realiza inspecciones en la ciudad para recordar el cumplimiento de esta normativa que persigue el refuerzo de estas medidas.
En concreto, la Jefatura de Colón ha expedido 14 notificaciones en este sentido, según fuentes policiales. Estas comunicaciones nunca llegaron a convertirse en sanciones administrativas porque los comerciantes tienen ocho años para la adaptación de las instalaciones de su comercio a estas exigencias, informó la empresa dedicada a la seguridad privada.
CECE estudia contratar seguridad privada
Ernesto Valero, presidente del Centro Comercial Abierto, informó ayer a COPE que junto a la Confederación de Empresarios, baraja disponer por cuenta propia de seguridad privada para garantizar la protección de sus negocios. “La participación no se limitaría a los asociados”, puntualizó, pero los costes se sufragarían entre todos los interesados en contar con esta medida de seguridad complementaria. Valero planteó la creación de un fondo con aportaciones económicas voluntarias para la familia propietaria de ‘Joyería Telemar’, “una pequeña ayuda para seguir adelante”, añadió el representante del colectivo. Asimismo, expresó su solidaridad con ellos y lamentó la “dramática situación” que padece un “negocio familiar de larga trayectoria en la ciudad”.