“Nos da mayor seguridad y tranquilidad que trabajadores municipales se encarguen de la vigilancia ahora que ya se ha suprimido la seguridad privada, lo que no era de recibo era tener aquí a personal del Plan de Empleo”, critica. “Lo que esperamos es que esta medida que han tomado haya sido suficiente, porque lo hemos pasado muy mal, estábamos desconcertados y con la incertidumbre cada mañana de acudir a trabajar si saber si nos habían desvalijado el puesto”.
Ante los micrófonos de COPE Ceuta el representante de los concesionarios del mercado se mostró sorprendido por el hecho de que los dos detenidos hayan sido las personas que tenían encomendada la vigilancia de estas dependencias municipales por la noche. “No sabemos qué criterio se ha seguido para seleccionarlos pero está claro que aquí no puede venir cualquiera, el vigilante de seguridad debe ser una persona preparada física y psicológicamente, con una formación específica, porque es un trabajador con mucha responsabilidad”, subraya.
Felicitación a la Policía
Asegura que existía malestar entre el colectivo de comerciantes del mercado al suprimir el servicio que prestaba la empresa Prosegur en el recinto” y sobre todo porque cuando se toma esa decisión , la de poner personal nuevo, hay que elegir un poco más, y qué desgracia que los que nos mandaron fueron quienes luego han sido ovejas negras”, aprecia para felicitar también a la Policía Nacional por la rapidez con la que han actuado.
Los autores, uno de ellos con diez antecedentes policiales, una vez descubiertos, admitieron el robo llegando a devolver uno de ellos 10.500 dirhams y, relataron a los agentes como habían localizado la caja fuerte en un puesto, arrastrándola hasta el sótano del mercado para, una vez allí, introducirla dentro de un coche y vez terminada su jornada laboral, trasladarla a otro lugar para abrirla, cosa que lograron, sustrayendo todo el dinero que encontraron en su interior, que lo repartieron a partes iguales.
Por otra parte, los concesionarios han solicitado que se instalen al menos nueve cámaras de videovigilancia en el interior del recinto, que se sumarán a las seis que ya hay pero que no abarcan todos los puestos.
“Nos planteamos hacer guardias nosotros mismos”
Los problemas en el mercado central comenzaron apenas quince días después de que se eliminara la vigilancia privada, recuerda Atencia. “Se produjeron dos intentos y el famoso robo, eso no nos había pasado nunca”, recuerda. La situación era tan desesperada que los propios comerciantes que están allí establecidos incluso se plantearon la posibilidad de hacer rondas nocturnas para garantizar la seguridad de sus puestos de venta. “Todos conocemos la prioridad y tal y como está hoy día la crisis, si hubiéramos tenido que colaborar y quedarnos de noche hubiéramos hecho turnos y punto”, apunta.