Todos sabemos que es difícil encontrar una solución cuando se deben manejar dos conceptos que muchas veces son antagónicos como son los del comercio y el de la seguridad. Y esos dos conceptos van unidos tanto en el paso fronterizo del Tarajal como en las ventas que se producen en los polígonos y luegos las muchas dificultades que se producen para el paso por el puente del Biutz. Desde luego, será muy difícil que todas las partes puedan estar satisfechas, pero a buen seguro que se podrían encontrar mejores fórmulas para la agilización del paso fronterizo con un reforzamiento y utilización de todos los carriles disponibles, porque no nos podemos olvidar que en muchas ocasiones nada más que hay uno de ellos. El problema es de base, porque la frontera del Tarajal no está preparada para asumir ese gran tráfico que existe a diario, tanto en lo que significa peatonal como en vehículo. Y ahí es donde debe hacer hincapié la misma Delegación del Gobierno ante el Ministerio del Interior, aunque ya se ha planteado en más de una ocasión y es que necesitamos una frontera que sea europea y no tercermundista. Mientras tanto y a lo mejor se tarda un tiempo no quedará más remedio q ue ser lo más prudente posible y equilibrados a la hora de tomar decisiones.