-
GRS que persiguen a porteadores, éstos que se esconden, un tráfico infernal... Otro día en Tarajal
GRS persiguiendo a porteadores, éstos escondidos a la espera de ver el momento en el que poder colarse para avanzar en una cola de por sí caótica, carreteras con carriles ocupados por camalos en las que no se puede circular con protección aunque incongruentemente la Guardia Civil busque imponer el orden a base de multas... Es el infierno del día a día en el entorno de la frontera. Es el caos al que una ciudad ha terminado acostumbrándose hasta el punto de no ser casi noticia. Los porrazos se unen a las lágrimas de mujeres avejentadas, las carreras chocan con imágenes imposibles de asimilar como las de invidentes cargados de bultos o las de discapacitados que son utilizados para el pase, el tráfico de vehículos se ordena según las normas de cada uno y no las del manual. Ayer, como todos los días, el Tarajal vivió escenas impropias, criticadas por las administraciones pero mantenidas en el tiempo, sin que haya nueva fecha para la apertura de un ‘Tarajal II’ que, de inaugurarse, lo hará años después de lo prometido y previsto.
El último puente ha incidido en el mayor tráfico de bultos. Ayer la Guardia Civil optó por evitar las avalanchas del día anterior dejando a los porteadores en el Jato para vaciar la playa del Tarajal, dosificando así las salidas según la permisividad que iba produciéndose en el lado marroquí. Las bicicletas y coches fueron apartados al igual que las porteadoras que iban cargadas de grandes bultos. Se volvieron a producir picos elevados de concentración debido al mayor movimiento de bultos en un tráfico mermado por los dos días de cierre del puente del Biutz, incapaz de absorber todas las salidas.