García Castañeda no está de acuerdo con la polémica abierta en las barriadas cercanas al albergue de la barriada de San José en relación a que las mismas se encuentran abandonadas. Sobre este particular asegura que todo se debe a una situación artificial que han querido crear los propios presidentes de esos núcleos de población. Ayer mismo afirmaba que quien quisiera le invitaba a que se diera una vuelta por esas barriadas y vieran lo que se ha hecho en las mismas en los últimos diez años, a través de los tres planes de barriadas.
Por supuesto, reconoce que son presidentes de barriadas que llevan muchos años en el cargo y a los que conoce perfectamente y que además saben como se funciona, "y el argumento fácil es que están abandonados cuando no es cierto". Reconoce que las barriadas siempre tienen necesidades, pero que lo que este equipo de gobierno ha hecho en estos diez años nadie con anterioridad se había acercado ni siquiera al cincuenta por ciento.
Recordaba trabajos en estos años en barriadas como San José, Vicedo Martínez o el Poblado de Regulares.
Aquí toda la polémica se produjo cuando en las distintas reuniones de estos presidentes para analizar el traslado de los menores no acompañados al albergue de San José, todos estos dirigentes indicaban que se encontraban completamente abandonados y que con la decisión de cerrar La Esperanza y llevarse a los Mena al albergue, se buscaba el aislamiento de los mismos.
Donde no quiso entrar en profundidad es en la posibilidad que estos presidentes han defendido de separarse de la Federación Provincial de Asociaciones de Vecinos al considerar que la misma está muy cercana al equipo de gobierno ceutí.