Después del crimen, y con Enrique tendido en el suelo desangrándose, el acusado abandonó el lugar en compañía de otro joven, Zacarías M.E., a quien haría entrega del arma homicida -un cuchillo de 19 centímetros de hoja- para que la ocultara. Ya en el Morro, a la altura del Hospital Militar, ellos mismos se entregarían a la Policía, quedando detenidos horas después.
Por su parte, Zacarías M.E. reconoció que aquella madrugada acompañaba a Ángel por el Poblado, habiendo tomado, ambos, gran cantidad de alcohol y pastillas. Reconoció ante el tribunal ver cómo su amigo apuñalaba a Enrique, después de que entre ambos le hubieran atracado. Confesó haber ocultado el cuchillo para, inicialmente, encubrir al homicida y ya después acordar su entrega a la Policía Nacional.
La muerte de Enrique fue el resultado de una madrugada de ingesta de “vodka, chupitos, trankimazín...” y demás en un Poblado Marinero en el que, aquella noche de jueves a viernes, se concentraba gran cantidad de personas. No obstante ayer ninguno de los testigos que declaró pudo señalar a los dos acusados confesos como autores del apuñalamiento. Así fue desde un portero del ‘Divine’ que dijo haberse encontrado ya con la víctima apuñalada hasta dos jóvenes que declararon por videoconferencia y que tan sólo pudieron confirmar que tras un revuelo vieron a Enrique, ensangrentado, tendido en el suelo.
Precisamente no fue esa ristra de testigos la que sirvió para sustentar la acusación hecha por el Ministerio Fiscal, sino más bien el propio reconocimiento de los hechos que, en Sala, hicieron los dos acusados.
En la lectura de conclusiones que llevó a cabo la representante de la Fiscalía, consideró al acusado Ángel G.R. como el único implicado en un delito de homicidio, por el que le pide 10 años de prisión además del pago de una indemnización de 69.842 euros en beneficio de los dos hijos que tenía el fallecido. A esta carga cabe añadir otro delito de robo con violencia por el que le pide una condena de 3 años y 6 meses de cárcel. Para el segundo de los acusados, Zacarías M.E., la Fiscal pidió la misma pena por un delito de robo con violencia, además de 6 meses por un delito de encubrimiento. Contra este último acusado retiró la acusación de homicidio, siendo el más beneficiado por las imputaciones conocidas ayer.
Para el Ministerio Fiscal, está más que clara la participación de ambos en aquellos hechos ahora enjuiciados, como también considera que el imputado Ángel G.R. pretendía la acción criminal contra Enrique, para, después, contar con el apoyo de Zacarías M.E. para la ocultación del arma. Considera que, no obstante, cabe, en esta causa, la consideración de un agravante y un atenuante. El primero por reincidencia, ya que cada uno de los acusados tiene dos sentencias en firmes condenatorias, dictadas por juzgados de Ceuta, por robos con violencia. Entiende además la existencia de un atenuante, ya que está demostrado por los informes hechos en su día, que los dos acusados estaban bajo los efectos de las drogas y el alcohol.
Las abogadas que defendían los intereses de los acusados se adhirieron a la petición de cárcel hecha por el Fiscal, dadas las modificaciones presentadas que resultaban algo ‘más beneficiosas’ respecto a la pena inicial. Y esto es porque antes del desarrollo del juicio oral, la Fiscalía pedía 14 años de cárcel por el delito de homicidio, que achacaba no sólo a Ángel G.R. sino también a Zacarías M.E. Tras la celebración del juicio se retiró esa acusación contra este último y se rebajó la petición en cuatro años, toda vez que ambos confesaron que grado de participación tuvieron en el crimen en sí.
También inicialmente se pedía 4 años por el delito de robo con violencia (rebajado en seis meses) y se mantenía la existencia de un delito de tenencia ilícita de armas para Zacarías M.E., al sorprenderle con el arma homicida, que ha sido retirado aplicándosele otro de encubrimiento.
A tenor de las modificaciones conocidas, las defensas mostraron su intención de adherirse a la petición carcelaria hecha por el Fiscal ante la sentencia que deberá dictar ahora el tribunal de la Sección VI, que ayer dejó el caso visto para su deliberación. No pudo haber conformidad ya que la pena solicitada no lo permite.
Antes de finalizar la vista, el acusado Ángel G.R., ateniéndose a su derecho a decir la última palabra y con la sala repleta de familiares, tan sólo acertó a pedir perdón a la familia de Enrique por lo ocurrido, insistiendo en que no quiso matarle.
En datos
1 - Lo que se pedía antes. El Ministerio Fiscal consideraba a los dos acusados autores de un delito de homicidio por el que pedía 14 años.
2 - Lo que se pide ahora. Mantiene el homicidio solo para un acusado y pide 10 años. El robo con violencia para los dos, al que rebaja 6 meses.
3 - Lo que piden las defensas. No pudo haber conformidad porque la pena no lo permite, pero piden la misma pena que solicita la Fiscalía.
4 - Y qué dicen los acusados. Confesaron la parte de participación que les corresponde por los hechos y asumieron la condena que se dicte.