El documento se propone no llegar a los 568 por vecino que se alcanzarían dentro de cinco años
El Plan Integrado de Gestión de Residuos de la Ciudad Autónoma que el consejero de Medio Ambiente, Fernando Ramos, llevará al próximo Pleno se propone como primer objetivo que la generación de basuras domésticas por habitante se quede en 2022 en 503 kilogramos por año y vecino, un 11,5% menos de los 568 que, al ritmo de crecimiento de los últimos años, se estima que se alcanzarían si no se adopta ninguna medida de prevención y reutilización.
Con carácter general la reducción de la cantidad de residuos generada es un objetivo común para los diferentes tipos de residuos que se generan en todos los ámbitos (agrarios, domésticos, comerciales e industriales). Sin embargo, se considera “de especial relevancia” focalizar los esfuerzos de reducción en las cuatro áreas prioritarias: desperdicio alimentario, construcción y demolición, envases y productos de “usar y tirar”. Un paso fundamental será cambiar la “actitud” del consumidor para que se transforme “en una parte activa de la prevención de residuos” primando en su demanda un producto más sostenible desde el punto de vista ambiental antes que uno convencional, dimensionando los alimentos perecederos a los que pueda consumir o acudiendo a mercados de segunda mano a la hora deshacerse de productos con vida útil.