La noticia publicada por este periódico en relación con que a partir del próximo lunes, uno de octubre, el Ingesa cobrará de manera directa a los asegurados de compañías privadas las operaciones que les sean practicadas en el Hospital Universitario, en vez de enviar las facturas a las aseguradoras ha producido un gran número de comentarios en la red.
La principal preocupación se produce de manera principal entre los funcionarios que no tienen Seguridad Social y que han escogido la posibilidad de la compañías privadas, cuando la mutualidad correspondiente les puso encima de la mesa una u otra opción. Por supuesto, que estas personas sienten una preocupación importante y muchos de ellos expresan su descontento por la medida adoptada por el Ingesa, ya que entienden en primer lugar que si es una sola aseguradora la que tiene el débito principal con ochocientos mil euros, que las medidas coercitivas se extiendan únicamente a sus asegurados y que los demás, los que pertenecen a compañías que si pagan religiosamente al Instituto Nacional de Gestión Sanitaria que continuaran como hasta ahora.
También hay quienes no entienden que se le abone gratis la Sanidad a las miles de personas que todos los años vienen desde el otro lado de la frontera para recibir atención médica de cualquier clase en el Hospital Universitario e incluso en los centros de salud y que luego, a los ciudadanos españoles que pertenecen a una empresa privada sanitaria se les quiera hacer salir "con la factura en la boca, cuando a los que vienen de Marruecos se van y nadie es capaz que la Seguridad Social marroquí asuma estas atenciones médicas". Ayer ya hablábamos de los dos grandes agujeros de la Sanidad en nuestra ciudad desde el punto de vista de atención clínica.
Algunos comentarios van en el sentido que Ceuta no tiene ninguna clínica privada donde las aseguradoras puedan dirigirse para el ingreso de sus pacientes y que por tanto entiende que el Instituto Nacional de Gestión Sanitaria está obligado a atenderles.
Y también quienes siguen con el sambenito de que estas cosas nada más que suceden en Ceuta y nunca de Algeciras hacia arriba, porque el cumplimiento de la ley se queda en mitad del Estrecho de Gibraltar.
La principal preocupación se produce de manera principal entre los funcionarios que no tienen Seguridad Social y que han escogido la posibilidad de la compañías privadas, cuando la mutualidad correspondiente les puso encima de la mesa una u otra opción. Por supuesto, que estas personas sienten una preocupación importante y muchos de ellos expresan su descontento por la medida adoptada por el Ingesa, ya que entienden en primer lugar que si es una sola aseguradora la que tiene el débito principal con ochocientos mil euros, que las medidas coercitivas se extiendan únicamente a sus asegurados y que los demás, los que pertenecen a compañías que si pagan religiosamente al Instituto Nacional de Gestión Sanitaria que continuaran como hasta ahora.
También hay quienes no entienden que se le abone gratis la Sanidad a las miles de personas que todos los años vienen desde el otro lado de la frontera para recibir atención médica de cualquier clase en el Hospital Universitario e incluso en los centros de salud y que luego, a los ciudadanos españoles que pertenecen a una empresa privada sanitaria se les quiera hacer salir "con la factura en la boca, cuando a los que vienen de Marruecos se van y nadie es capaz que la Seguridad Social marroquí asuma estas atenciones médicas". Ayer ya hablábamos de los dos grandes agujeros de la Sanidad en nuestra ciudad desde el punto de vista de atención clínica.
Algunos comentarios van en el sentido que Ceuta no tiene ninguna clínica privada donde las aseguradoras puedan dirigirse para el ingreso de sus pacientes y que por tanto entiende que el Instituto Nacional de Gestión Sanitaria está obligado a atenderles.
Y también quienes siguen con el sambenito de que estas cosas nada más que suceden en Ceuta y nunca de Algeciras hacia arriba, porque el cumplimiento de la ley se queda en mitad del Estrecho de Gibraltar.