Toxicología divulga un protocolo ante el incremento de casos de esta índole
Los profesionales judiciales y sanitarios de nuestra ciudad y a los que les compete la materia relativa al estupefacientes, cada uno de ellos dentro de una labor específica, han recibido el protocolo enviado por el Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses, denominado con las siglas INTCF, dependiente del Ministerio de Justicia, ramo que ha elevado un documento con las instrucciones a seguir en los casos de delitos cometidos contra las personas sometidas a sustancias psicoactivas que manipulan su voluntad, lo que se conoce como sumisión química, que en los últimos años se ha observado un incremento en estas prácticas especialmente en delitos de índole sexual, algo que confirman fuentes judiciales de Ceuta consultadas, "aunque el porcentaje exacto no se ha contabilizado, pero sí la tendencia", explican.
De hecho, el aumento registrado en los últimos años de este tipo de delitos ha animado a los científicos del INTCF, en colaboración con profesionales de los Institutos de Medicina Legal, a publicar el citado documento con las instrucciones de actuación en casos de agresión sexual con sospecha de intoxicación.
El análisis de drogas de abuso y de diseño, el alcohol y los depresores, las sustancias más consumidas
Actualmente en nuestro país la actuación de los servicios asistenciales a las víctimas de agresiones sexuales (urgencias hospitalarias, Institutos de Medicina Legal, Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, etc...) se rige por un protocolo común para la actuación sanitaria ante la violencia de género normalizado para todo el territorio nacional.
El INTCF es el laboratorio de referencia para todos los Institutos de Medicina Legal de España, que forman parte de la red de atención urgente a las víctimas de agresiones sexuales en coordinación con la red asistencial hospitalaria y con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad. Esto permite la investigación toxicología de todas las pruebas realizadas en delitos contra la libertad sexual y, por tanto, la posibilidad de determinar si ha existido sumisión química.
Asimismo, es preciso señalar que el análisis de las mismas incluye de forma rutinaria sustancias como el alcohol, las benzodiacepinas o las drogas de abuso y de diseño, extendidas entre el público joven, pero la búsqueda se extiende en muchas ocasiones a unos 50 compuestos químicos de uso más extraordinario.
Por último, cabe destacar que tantos los profesionales médicos como judiciales indican que por lo general, "la demora en acudir a un centro médico por parte de la víctima (para que se practique la recogida de muestras biológicas con fines toxicológicos y criminalísticos) es inversamente proporcional a las posibilidades de detectar las sustancias implicadas en casos de sumisión química.