El verano ceutí se acerca a su ecuador, y las playas de la ciudad muestran indudables señales de que son el mejor sitio para afrontar el asfixiante calor que paulatinamente va marcando la temporada estival. Pero, para que los baños de sol y mar sean lo más seguros posibles, el dispositivo de playas de Cruz Roja Ceuta se despliega cada verano. Un equipo humano que en su gran mayoría forman voluntarios, lo que convierte su trabajo en un acto aún más heróico.
De lunes a lunes la jornada laboral se inicia a las doce del medio día en los puestos de vigilancia en la playas de la Ribera y Chorrilo. En Miramar, Tarajal y Benítez, el horario varía dependiendo de si es fin de semana y festivo, o no. Pero todos cuentan con su equipo de voluntarios.
Es el responsable de cada base quien se encarga de repartir el trabajo por parejas de socorristas entre las torres, sillas y base, cambiando cada hora su ubicación, pero siempre vigilantes. Los únicos que no se mueven de los puestos, excepto emergencias, son los responsables de base y los sanitarios. Una asistencia que para problemas de mayor envergadura cuenta con la ayuda de una ambulancia que tiene su base en el Chorrillo, y en la que trabajan el conductor, un DUE y un médico.
Pero la seguridad en las playas ceutíes no solo llega desde tierra, con los paseos por las orillas de los socorristas, y casi desde el cielo, gracias a las torres de vigilancia, sino también desde el mar. Tres embarcaciones neumáticas controlan las zonas más lejanas de baño en Ribera y Chorrillo, Miramar y Tarajal, y Benítez. En ellas siempre navegan un patrón y un marinero, ambos socorristas.
En total, 48 personas controlan diariamente las playas y aguas ceutíes. Un trabajo necesario para que las molestas y presentes medusas no fastidien el día. Una labor que atiende ‘in situ’ síncopes, heridas o cortes de digestión. Que rescata a nadadores o embarcaciones en problemas.
Han dado las ocho de la tarde. Es hora de arriar banderas y recoger porque mañana a las doce volverán a trabajar, vigilando y asistiendo, para asegurar nuestro disfrute.