Un agente de la Policía Nacional perteneciente a la UPR (la unidad de intervención rápida de este Cuerpo) resultó herido en la tarde de ayer después de recibir una paliza en Castillejos. Allí se encontraba al parecer en compañía de un familiar, cuando el agente fue identificado por otra persona que le reconoció como tal y le agredió asestándole varios golpes en el rostro.
El policía pudo marchar hacia la frontera, entrando en Ceuta y siendo asistido de las heridas que presentaba en el Hospital Universitario. Según fuentes sanitarias, presentaba hematomas importantes en la cara y el labio roto, siendo atendido por el personal de Urgencias en donde le tuvieron que practicar varios puntos de sutura en las heridas. Poco después recibiría el alta pudiendo marcharse a su domicilio. La Jefatura Superior, conocedora de lo ocurrido, ya ha abierto una investigación sobre los hechos. Una investigación que nace ya encorsetada, ya que la agresión al joven se ha producido en Marruecos vetando la posibilidad de actuación de esta fuerza policial. Sí que se sabe que dicha agresión se había producido tras que el policía fuera reconocido como tal, por lo que se estima que de trasfondo existe un claro ánimo de venganza en represalias por alguna intervención que haya llevado este efectivo policial.
La UPR arrastra una particular temporada negra, ya que varios de sus agentes han sido agredidos de forma violenta en intervenciones. La última y más grave la ocurrida el pasado viernes de madrugada en el Príncipe, en donde patearon a un miembro de la UPR cuando se trataba de detener a un implicado en el robo de un coche y posteriores daños en otros estacionados.