Gobierno local, grupos de la oposición en la Asamblea, sindicatos mayoritarios, patronal y técnicos de la Delegación y la Autoridad Portuaria, entre otras instituciones, están de acuerdo en el que el sistema de libre competencia no ha servido hasta ahora para obtener los resultados esperados en el ámbito de las tarifas.
El singular mercado del tráfico de pasajeros y mercancías en el Estrecho sigue ‘moviendo hierro’ durante buena parte del año y generando costes inútiles que acaba sufragando sobre todo el ceutí y, vía bonificación del 50%, parcialmente el Estado.
“Existe un consenso casi absoluto sobre la conveniencia de que vuelva a ser una sola empresa la que gestione la línea fundamental de conexión de Ceuta con la Península, a través de Algeciras, aunque el presidente de la Ciudad lidera a quienes defienden que debe ser una naviera privada y Caballas persiste en su propuesta de compañía pública”, han explicado dos asistentes a la cita del miércoles.
El reto pasa por justificar adecuadamente la posibilidad de sacar del sistema general de libre competencia a esta línea marítima “apelando a razones de interés público”, una traducción más comprensible de la medida 49 del Plan, que aboga por “reordenar o replantear” el transporte marítimo “analizando, con base en datos históricos y objetivos, el impacto positivo que en las tarifas, tanto para pasajeros como para mercancías, podría tener una hipotética mejora sustancial del nivel medio de ocupación consecuente con una mayor racionalidad en el aprovechamiento de medios y distribución horaria de frecuencias, todo ello sin perjuicio de la debida calidad, regularidad y estabilidad”.
Rotaciones sin pasajeros
Hace 8 años, en 2004, el CES ya llamó la atención sobre la necesidad de “una reducción de precios, a través del ajuste de los mismos y de la racionalización del número de rotaciones de los barcos, lo que conllevaría a una disminución de los costes empresariales, siempre que esa racionalización no perjudique al usuario del servicio o redunden exclusivamente en un mayor margen de beneficios de las empresas”.
En ese mismo dictamen, el Consejo cifró entre “el 18% y el 30%” de su capacidad el grado de ocupación con el que viajan los barcos en la ruta del Estrecho durante todo el año salvo en los meses de la OPE.
Con el ejemplo de la ciudad hermana en la mente, durante la primera sesión de la Permanente se planteó la opción de que, excluidas de la línea Ceuta-Algeciras, las navieras privadas puedan hacer negocio con la apertura de otras conexiones entre la ciudad hermana y puertos como los de Tánger, Cádiz o Málaga de la misma manera que desde hace un año une Melilla con Motril además del enlace tradicional con la capital malacitana.
Satisfacción “en precio y calidad”
El documento final con las 74 medidas consensuadas por el Gobierno de Ceuta, los agentes sociales y los grupos de la oposición en la Asamblea establece que “conviene salir de dudas acerca del carácter disuasorio o no del precio del transporte marítimo”. En documento propone, pensando en el visitante, implantar, “como experiencia piloto”, ofertas de promoción que, “vinculadas a la realización de un volumen determinado de compras o consumo, incluyan la gratuidad de las tarifas del barco”. En términos generales, asume la conveniencia de “revisar el contrato de servicio público” relativo a la conexión marítima entre Ceuta y Algeciras para “garantizar unos niveles de satisfacción, en precio y calidad, acordes con su naturaleza de servicio vital y factor decisivo para el desarrollo económico” y por “reordenar” el transporte marítimo tal y como está concebido hoy.