Por ello, los optometristas recomiendan el uso de lente de reemplazo diario que, además, gracias a los últimos avances, ya pueden ser utilizadas por personas con astigmatismo y con más de 10 dioptrías, mientras que hasta hace poco el rango de fabricación era mucho más limitado.
El responsable del Servicio de Oftalmología del Instituto Nacional de Gestión Sanitaria (INGESA) en Ceuta, Juan Ramón Guiote, recomienda siempre “seguir las directrices del fabricante, no abusar de horas de uso de las lentillas, prescindir de ellas para dormir y para ir a la playa, así como utilizar productos específicamente diseñados para su higiene y mantenimiento”.
Guiote ha informado de que las principales complicaciones que pueden derivarse de un mal uso o mantenimiento de las lentillas son “conjuntivitis papilar gigante, sequedad ocular y otras más graves, como la hipoxia o falta de oxígeno, que provoca la muerte de las células corneales”.
Los especialistas han señalado que, en general, las lentes de contacto PRG (rígidas permeables al gas) son más aconsejables que las blandas porque ofrecen menor riesgo de intolerancia y de complicaciones y en cuya fabricación se utilizan materiales cada vez más permeables y que transmiten mejor el oxígeno a la córnea.
Juan Ramón Guiote ha dado cuenta de los últimos avances desarrollados para dar respuesta a las personas con intolerancia a las lentillas, entre los que destacan “las lentes esclerales, para usuarios con córneas irregulares que no sostienen bien las lentes tradicionales, o para pacientes con ojo seco, a los que el uso de lentillas les irrita la córnea”.
Tomografía de coherencia óptica
El responsable del Servicio de Oftalmología del INGESA, Juan Ramón Guiote, ha destacado el papel de nuevas técnicas de exploración ocular, como el OCT (tomografía de coherencia óptica), que permite, mediante un haz de láser infrarrojo, obtener una imagen microscópica y en tres dimensiones de la córnea. Gracias al OCT, según el oftalmólogo, “es una técnica muy útil y supone una revolución en el diagnóstico porque podemos obtener imágenes de gran resolución, tanto de la superficie de la retina como de sus diferentes capas y, por tanto, diseñar las lentes absolutamente a medida”. Guiote ha añadido, en este sentido, que se trata de una técnica exploratoria segura.