Los detenidos en la denominada operación ‘Caballa’, llevada a cabo por la Guardia Civil, ingresaron ayer en prisión después de ser puestos a disposición de los juzgados de Mallorca, Málaga y Ceuta, puntos en donde se han practicado las distintas detenciones. Sólo una de las personas detenidas en la ciudad, la mujer del presunto cabecilla de esta trama, salió en libertad bajo fianza de 50.000 euros tras unas muy complicadas gestiones judiciales. El caso permanece en secreto de sumario ya que continúan operativas las investigaciones.
Tal y como informó el Instituto Armado, la investigación comenzó en diciembre de 2011, cuando se detectó la entrada de droga en Palma. Tras las investigaciones llevadas a cabo se supo de la presunta existencia de un grupo que se dedicaba a introducir estupefacientes trasladados en vehículos procedentes de Ceuta. En la operación se ha detenido a 10 personas, cinco en Mallorca, tres en Málaga y dos en la ciudad. Todos, por orden de los respectivos magistrados, entraron ayer en prisión salvo una de las detenidas en la ciudad. Se sabe del decomiso de 90 kilos de hachís, parte de ellos en un coche y otra parte en una casa ubicada en la Costa. Una cantidad que en Ceuta no sería llamativa por su peso, pero sí en Palma, en donde el tráfico de hachís y su entrada es abordada judicialmente de otra forma, con mayor agravante. Además se ha procedido al decomiso de siete vehículos entre los que se encuentra el taxi que conducía uno de los detenidos en la ciudad, el llamado J.C.A.
Según la investigación del Instituto Armado, la organización estaba liderada desde Ceuta, donde compraban vehículos que ponían a nombre de personas sin antecedentes, para pasar por los controles policiales sin levantar sospechas. Como medida de seguridad adicional para evitar ser detectados, la banda utilizaba conductores y vehículos distintos para transportar periódicamente hachís hacia Mallorca.
Una vez la Guardia Civil había identificado a todos los miembros de la organización, sus lugares de residencia, vehículos y modus operandi, los agentes prepararon la operación ante la inminencia de un traslado de hachís hacia la isla.
En el puerto de Palma se detuvo al correo que llegó desde la península, J.L.V., cuando conducía un vehículo con doble fondo en el que se encontraron unos 45 kilogramos de hachís. También fue detenido el jefe de la organización, el ceutí J.A.C., que viajaba en el mismo barco, con otro vehículo diferente, para dar instrucciones al correo sobre como llegar al domicilio del narcotraficante local y cómo cobrar el suministro.