Los vecinos de las Torres del Sarchal están cansados de pedirlo y de no obtener ninguna respuesta por parte de la administración competente. Las losetas de la entrada, que forman parte del suelo flotante del moderno edificio, se comenzaron a romper prácticamente al entrar a vivir los adjudicatarios hace ya dos años. De hecho, en el lugar viven cuatro personas con movilidad reducida que se ven obligadas a hacer malabarismos para entrar y salir de las casas “ya que tan sólo existe una anchura de dos losetas porque el resto están todas rotas y poco a poco se vienen abajo al ceder y romperse los plásticos que las sostienen”. Dicen que “no hay derecho” y que Emvicesa “debe tomar cartas en el asunto de una vez” y que no entienden “los premios del edificio cuando realmente en cosas básicas como la accesibilidad tiene estos fallos tan tremendos”. También los niños, que juegan en ese lugar, no pueden apenas divertirse “porque cualquier día tememos que suceda una desgracia y aquí parece, como siempre, que hasta que no pase algo grave o una desgracia, no se va a poner remedio a la situación”, dicen.