M.F.P. muestra sus brazos amoratados mientras explica cómo un guardia civil, supuestamente la agredió el pasado domingo. Venía de la playa con su familia “y decidimos parar en Hadú un momentito para comprar unos lápiceros de colores a mi hijo en la tienda situada en frente del cuartel” explica la mujer de 44 años que aún “sigo sin explicarme esa reacción tan violenta por parte del guardia”. Asegura que su marido paró el coche “para yo bajarme y él ir a aparcar cuando vino el guardia civil y nos dijo que ahí no se podía aparcar con muy malos modos y yo le dije que se tranquilizase mientras cogía mi bolso”.
Entonces fué cuando explica que “vino hacia mí, me agarró y me llevó a manotazos hacia el cuartelillo detenida porque me negué a darle la documentación pidiéndole que me tratara de buenos modos”. Posteriormente se produjo un forcejeo “para llevarme al cuartelillo donde me tomaron declaración” y del cual asegura que se derivaron las marcas de hematomas que tres días después permanecen en sus brazos, cuello y abdomen. “Como si fuera una delincuente, me sentí humillada e incluso hubo testigos y los hechos están grabados con la cámara que había en la calle”. Concretamente, en la Avenida de Otero a la altura del Cuartel de la Guardia Civil. “No es justo el modo en que me trataron”, insiste en decir la mujer que posteriormente acudió al hospital y muestra el parte judicial que le entregaron en el que consta que “se ha apreciado cervicalgia intensa con nauseas y cefalea y se conservan heridas y arañazos múltiples en el cuello en la paciente que acude con crisis de ansiedad”.
Desde la Guardia Civil han explicado que la mujer fue detenida acusada de desobediencia al pedir el agente que se retirara el coche de la zona donde se había estacionada por estar mal aparcado.
Aseguran que “el conductor permaneció sentado y se bajó la mujer que comenzó a gritar negándose a entregar la documentación cuando se le requirió”, explican. Acto seguido fue detenida por un delito de resistencia a la autoridad y luego por desobediencia, instruyéndose las correspondientes diligencias y dando parte al juzgado, que será finalmente el que decida la conclusión de los hechos. El Instituto Armado considera que se actuó correctamente.