Las naves del Sardinero volvieron a ser escenario, el pasado jueves, de un incendio que devolvió el protagonismo a una problemática que parece enquistada. A pesar de que los propietarios de las naves cerraron todos los orificios que servían de entrada a los inmigrantes, hoy, los agujeros vuelven a aparecer en cada una de sus paredes. Los agujeros y las pintadas. Algunas que recuerdan a la desmembrada banda terrorista ETA y otras que aluden a los nombres de aquellos que acuden al lugar para tomar drogas, dormir o beber y que consideran que están en su territorio.
Entre estos últimos está un grupo de menores marroquíes que evitan su paso por el centro de 'La Esperanza' y que se esconden en las naves para drogarse y beber. Ellos son los que, presumiblemente, provocaron el incendio el pasado jueves. Lo dicen los vecinos y lo refrendan algunos de los inmigrantes, adultos, que pasan por las naves para dormir o encontrar un refugio.
"Se drogan, beben y fuman... y también roban", apuntan. Y allí, en las naves convertidas en su cobijo, se concentran provocando después incendios. El del pasado jueves fue rápidamente controlado por los Bomberos, que cuentan con la cercanía al lugar de los hechos con un punto a su favor. Pero ha habido otras ocasiones, más atrás en el tiempo, en que los incendios han sido más complicados de controlar. Los Bomberos temen que todavía sigan sucediéndose en una zona en la que todavía no se adoptan soluciones definitivas.
Entre los usuarios de estas naves se encuentra un subsahariano y varios argelinos. El primero dice que le echaron hace meses del CETI por motivos, asegura, "políticos". Dice que acude allí todos los días pero que por las noches prefiere dormir en el centro de la ciudad. Allí pasa el resto de la jornada, con su bolsa llena de enseres procedentes de los contenedores y un bastón que le sirve de apoyo y defensa a la vez. El se oculta en las naves pasando por uno de los agujeros hechos en la pared. En otras se introducen magrebíes con los que no tiene casi relación. Y así pasan los días mientras los vecinos, sobre todo los de la promoción más cercana, protestan por el tránsito de personas que desconocen, por los robos y por las consecuencias de un grupo de MENA incontrolados que terminan dando lugar a incendios de este tipo.