La Guardia Civil cuenta con uno de los mejores equipos de buceadores profesionales, algo que ha quedado demostrado en cuantiosos rescates marcados por el riesgo o las pésimas condiciones que convierten las búsquedas en auténticas odiseas. Uno de esos rescates fue el que tuvo lugar en marzo de 2010 en un pantano de Rabat. Había que encontrar el cadáver de un príncipe de los Emiratos Árabes, considerado en el escalafón como el 27 hombre más rico del mundo. Había fallecido en un accidente mientras estaba haciendo prácticas con un ultraligero. El jeque Ahmed bin Zayed al Nahyan contaba con una pista de aterrizaje privada en su palacio de Rabat y allá que fue, con dos españoles -sus instructores de vuelo-, para volar a una altura que le estaba prohibida en Marbella, a donde acostumbraba a viajar.
El vicio del vuelo le costó la vida. El príncipe Ahmed terminaría estrellándose a 300 metros de altura, al no poder remontar el ultraligero, cayendo dentro de un pantano. El español que le acompañaba pudo salvar la vida, pero el jeque se hundió con el aparato.
Para las autoridades de Abu Dhabi tener a un miembro de la familia real en el agua era impensable, había que recuperar el cuerpo lo más rápido posible para ser trasladado a los Emiratos en donde rendirle el último adiós. Los buzos marroquíes no daban con el cuerpo, así que, con dinero de por medio, se montó una auténtica operación internacional.
Y es aquí en donde aparece la Guardia Civil y el equipo de los GEAS de Madrid, que acudieron a Rabat a participar en las labores de búsqueda del cuerpo. El equipo lo formaron diez buceadores, entre ellos un ceutí, que se unieron a buzos franceses y hasta griegos y americanos. El objetivo era revisar el pantano al detalle para encontrar el cuerpo del jeque Ahmed.
Realmente quienes participaron en la búsqueda fueron los buzos franceses y los españoles. Estos últimos con un nivel de profesionalidad elevado, que, de hecho, en la búsqueda de cuerpos en pantanos alcanzan el máximo nivel de efectividad.
Al cuarto día de estar en Rabat, trabajando en unas condiciones muy complicadas, los agentes recuperaron el cadáver del príncipe Ahmed. Abu Dhabi podía cumplir al fin con el trámite de trasladar el cuerpo del jeque, de 41 años, que se encargaba de dirigir la Autoridad de Inversiones del emirato.
Dos años después las autoridades de Abu Dhabi han querido mostrar su agradecimiento por la compleja operación llevada a cabo. La edición digital del diario El País contó con una enviada especial al acto homenaje que se desarrolló la semana pasada con el que los emiratos han querido dar el debido reconocimiento a todos los buzos que participaron en el rescate, entre ellos los diez agentes de la Guardia Civil de Madrid entre quienes se encuentra el ceutí. El esfuerzo de este equipo multinacional ha sido premiado con la imposición de una medalla por parte del ministro del Interior, el jeque Saif, que es hermano del fallecido.
El teniente coronel, Santiago Almeida, jefe de la Unidad de Actividades Subacuáticas, ha indicado al diario de tirada nacional, lo complicado que resultó el rescate en un pantano en donde “el agua era chocolate, buscábamos a cuarenta metros de profundidad y no veíamos los aparatos de medición”, contesta en la entrevista.
El hecho es que el tesón sumado a la paciencia y la profesionalidad de los buzos implicados sirvió para que se cumplieran los deseos de las autoridades de los Emiratos, que han querido ahora mostrar el agradecimiento por ese esfuerzo.
Los agentes han sido recompensados con la medalla y han sido partícipes de la hospitalidad mostrada por las autoridades, que les han guiado en una ruta turística por Abu Dhabi.