La Autoridad Portuaria, bajo las riendas del presidente de dicha entidad, Juan Manuel Doncel, ha puesto en marcha varios proyectos beneficiosos para Ceuta. Y lo ha hecho recuperando un puerto que no podía vivir de espaldas a la propia ciudad ni tampoco alejado de la vida local.
Así, no solo ha liderado planes de mejora del aspecto visual del entorno portuario y grandes avances en materia de seguridad, sino que también se ha propuesto sacar adelante un proyecto del que mucho se habló, pero nada se avanzó: esa conexión real entre puerto y ciudad.
La demolición de los chalés del puerto se integra en esa necesaria fase para avanzar en un proyecto sin duda beneficioso para toda Ceuta y engarzado en el desarrollo auspiciado por las administraciones y orientado a ese más España y más Europa en el que se están centrando todas las miras.
El notable esfuerzo que hace la Autoridad Portuaria choca con trabas incomprensibles e irracionales como la negativa del inquilino del único chalé que queda en pie a abandonarlo.
Con una resolución judicial en mano, se incurre en una incongruente vanidad y obsesión en no dejar un inmueble que ahora se ha convertido en una traba para el avance del plan previsto, lo que tiene repercusiones negativas para la ciudadanía.
El Puerto trabaja en mejoras, planes y proyectos de futuro. Un avance que choca con este tipo de situaciones.
Como motor económico que tiene para Ceuta, la Autoridad Portuaria ha trabajado mucho estos años para conseguir evidentes mejoras y el realce de un espacio clave en la ciudad. Un buen equipo de profesionales liderados por Doncel se planteó esa meta, ese fin hace años. Tienen claro qué es lo mejor para Ceuta y disponen de una hoja de ruta bien definida aunque no guste a intereses particulares que torpedean no al Puerto en sí, sino a todos los ceutíes.