¿Recuerdan lo difíciles que eran de planchar aquellas antiguas sábanas de algodón?. Blancas, con sus bordados y sus puntillas, formaban parte del ajuar que se transmitía de madres a hijas, quedaban impecables en las camas, eran resistentes y duraderas. Al comprar, no había que preocuparse como ahora, por el gramaje de la tela (grosor del tejido que se traduce en el peso en gramos por cada metro cuadrado), ni por el número de hilos que la formaban.
Con el tiempo han ido cambiando los gustos y las modas; con la diversidad de tintes, del blanco se pasó al color, de las sábanas lisas, a las estampadas y del algodón 100% a algodón y poliéster y después, al uso indiscriminado de fibras totalmente sintéticas. Pero eso no era suficiente, "necesitábamos" tejidos que además no se manchasen o se limpiasen fácilmente. Como ven todo son ventajas.....
¿Lo son?. Pues no, siento tener que decirles que no, que la realidad es otra y más que ventajas, son inconvenientes. Hace unos días, una persona que había cuidado a su abuela en casa, me comentaba que había observado que el estado de su piel, mejoraba cuando en la cama se ponían las viejas sábanas de algodón que aún se conservaban pero que se habían sustituido por otras más modernas. Algo que sabemos muy bien los enfermos de Sensibilidad Química Múltiple (SQM), ya que una de las vías por la que pueden llegar los productos químicos a nuestro organismo, es precisamente la piel, lo que no se tiene en cuenta cuando se usan telas de poliéster o de cualquier otro tejido sintético, todos ellos derivados del petróleo.
Para conseguir las cualidades "antiarrugas" o "antimanchas" de los tejidos, se necesitan todavía más productos químicos que por supuesto, no son inocuos ni para las personas ni para el medio ambiente, al que finalmente pasan a través de los desagües cada vez que ponemos la lavadora. Así que, a partir de ahora, recuerden que un buen algodón como el de esas viejas y gruesas sábanas que ya no utilizan, porque les parecen antiguas y pasadas de moda, puede mejorar el estado de su piel, evitando la aparición de dermatitis y otros problemas de salud.
María Argentina Rey Fernández (Médico afectada de SQM)