El juzgado número 4, que lleva el caso abierto tras el decomiso de 750 kilos de hachís en el interior de un cuartel ubicado en el puerto y dependiente de la ULOG-23 ha levantado ya el secreto de sumario lo que ha posibilitado el conocimiento de más datos en torno a la operación desarrollada por la Guardia Civil. Al margen de las tres personas que fueron detenidas en el transcurso de la intervención de la Policía Judicial, no se han llevado a cabo nuevos arrestos. Lo que sí se ha intervenido es dinero en metálico en el interior de la vivienda particular de uno de los detenidos -cerca de dos millones de las antiguas pesetas- como parte destacada de los registros avalados por orden judicial. Esta investigación realizada sobre el tráfico de drogas en el que pudiera estar implicado algún soldado comenzó después de que en una operación previa la Guardia Civil sorprendiera a unos militares intentando el pase de drogas a la península. De aquella operación partió esta, que además fue apoyada por escuchas telefónicas que dieron lugar a la intervención en el cuartel, en donde se sorprendió in fraganti a los que estaban participando en la preparación del sistema de ocultación que se iba a llevar a cabo para pasar la droga. Siguiendo esta cadena de sospechas en torno al tráfico de hachís y contando con la colaboración militar se logró tan importante decomiso.