“Voy a tener que pedir la banca” o “venir a horas más tempranas” son frases que se repiten estos últimos días en los gimnasios. Los clientes que usualmente acuden día tras día son conscientes de que en enero llega una “avalancha” de personas que, empujados por su propósito de año nuevo de un cambio físico o de estilo de vida, acuden a las puertas de los establecimientos en Ceuta.
A pesar de que algunos bromean con el cambio notorio de afluencia y a otros no les agrada, este mes se constituye como uno de los de mayor bonanza económica para estos negocios locales. De hecho, es común que el impacto financiero sea mucho más acentuado desde inicio de año hasta junio, fecha en la que, por el calor o las vacaciones, es usual que se den bajas.
El panorama puede variar levemente de un centro a otro, aunque es más que compartido este cuantioso grupo de regreso o de ingreso al arrancar el 2025. Es una estampa habitual para los propietarios, aunque reconocen que no siempre ha sido así. “Cada vez se quedan más los que vienen por primera vez”, cuenta Francisco Javier Soria, a cargo de Cronos.
Más de moda
El culto al cuerpo y a esta modalidad deportiva cada vez gana más fama, por lo que no es de extrañar que permanezcan más clientes a lo largo del tiempo que en antaño. Sin embargo, no todos superan la prueba de fuego y, pasado un periodo, dejan su cuota.
“Se están apuntando socios nuevos. La gente viene por su objetivo de mejorar físicamente. El número se incrementa exponencialmente”, explica Rafael Muñoz, responsable de Ushiro. “Hay una parte de ellos que sigue con la actividad y otra que, al no tener costumbre, abandona en un par de meses. El grupo que importa es el que se mantiene”, concluye.
Soria coincide en este sentido y expone que, de media, se agregan al aforo cincuenta personas pero que, al llegar marzo o abril, prescinden del servicio muchos de ellos. Solo quedan, por normal general, quince. “Todo el mundo quiere entrenar, pero no a todos les gusta”, manifiesta. La clave para proseguir es la paciencia y, a su juicio, no existen recomendaciones; solo fuerza de voluntad.
Jesús López cuenta con usuarios muy leales. Así lo estima él, quien calcula que el cupo de su local está en los 700. Lo frecuente en el gimnasio Conan es que los que llegan en enero son personas que ya han disfrutado del servicio, pero que en noviembre o diciembre descansan para volver más tarde. “Somos un club de gente fija. Entre 500 o así estamos todo el año. Somos ya bastantes”, indica. “Estos años en agosto baja la influencia por las condiciones de temperatura, aunque tenemos una instalación para eso”, menciona.
Los establecimientos de Ceuta vuelven a respirar dinámica y movimiento en este mes de enero, un paisaje que cambiará conforme avance este 2025.
La tendencia de 'ir al gym' y su evolución en los últimos años
El perfil entre los aficionados ha cambiado en la actualidad. Esa transformación generacional se percibe a simple vista solo con acudir a las salas. Chicos que, incluso en etapa de instituto, pisan estos locales con la meta de fortalecerse.
López ha sido testigo de este relevo a través de su propia experiencia. “Tengo 35 y me inicié con 16. Lo que hay ahora no es lo que veía por aquel entonces. No se daba esta afluencia. Se ve a personas con esa edad que yo tenía y que entran al deporte físicamente preparados. Hay un salto radical”, remarca.
Soria también comparte estas impresiones. “Llevamos 18 años abiertos y la media antes era de 45. A día de hoy es de 20. Hay muchos chicos”, especifica. A su parecer, las redes sociales tienen mucho que ver con ello. “Hacen mucho. Las publicaciones que hacen sobre el proceso tienen mucha influencia”, relata.
Mantenerse no siempre es fácil y, por este motivo, ambos profesionales hacen hincapié en la necesidad de marcar metas realistas para lograr esta permanencia.