Esta tarde, el Centro de Mayores del Imserso en Ceuta ha celebrado el día de Reyes con una gran merienda y un baile posterior que ha estado lleno de ritmo.
El presidente del centro, José Luis de la Rubia, ha recordado que, como cada 6 de enero, no podía faltar una buena merienda para todos los mayores.
Las mesas se han llenado de roscón y chocolate y una vez terminada la merienda han pasado al baile. Este año, los Reyes se han equivocado de camino y no han dejado regalitos, pero qué mejor regalo que poder pasar un rato en compañía con los de siempre.
Y, ¿a quién le importan los obsequios cuando, según los propios socios del centro, la merienda estaba exquisita y se lo estaban pasando en grande? A nosotros no nos cabe duda de ello.
Los hemos visto bailar, reír, bromear y recordar vivencias de todo un año pasado, de toda una vida. También hemos podido observar cómo miran al futuro queriendo poder vivir momentos como este una y otra vez.
“No lo puedo evitar, me encanta el baile”, decía una señora que no se pierde ni una fiesta del centro.
Los matrimonios aprovechan para bailar pegados y los amigos para echar un rato muy agradable.
El señor con más edad del centro, 87 años, aseguró no haber perdido el ritmo y lo demostró momentos después en la pista de baile con movimientos de un chavalín.
Pero, no todos salieron a bailar. Había un matrimonio al que una cadera y una rodilla no se lo permitía, aunque lo intentaban de vez en cuando. Esa es la actitud.
La ingesta de calorías que los usuarios experimentaron con el roscón y el chocolate se quedó en el baile. Los mayores pueden tener una edad avanzada pero el esqueleto lo mueven que da gusto. Y, por supuesto, les deseamos que siga siendo así por mucho más tiempo.
La simpatía y alegría que aguarda este lugar llena los corazones de quien puede llegar a darse cuenta de ello. Al igual que encierra grandes deseos y añoranzas, que se desvanecen con la compañía que entre todos se brindan.
En días como hoy, poder disfrutar de una reunión para celebrar que los Reyes Magos de Oriente ya han venido es un auténtico placer para nuestros mayores. Ellos también tienen derecho a un roscón, a chocolate, a bailar y por qué no, también a beberse alguna copita, eso sí, cortita.
Sin duda alguna, el Centro de Mayores del Imserso ha vivido otra tarde cargada de ritmo y ganas de pasarlo bien, un buen plan para despedir las fiestas que terminan con este 6 de enero, día en el que Sus Majestades de Oriente ya han pasado por todas las casas pintándolas de ilusión.