Dice el presidente de la Ciudad, Juan Vivas, que a Ceuta se le presenta por delante un “arduo camino” que hay que emprender “juntos” sin egos ni siglas que se conviertan en meras trabas. Se puede porque son evidentes las oportunidades y fortalezas de esta tierra. Se puede porque con esa esperanza compartida es como se puede vencer al miedo, “el principal enemigo para esta ciudad”.
Acertadas palabras las del dirigente de la Ciudad que cobran en estos momentos una importancia clave.
Ceuta tiene futuro, lo tiene para las generaciones actuales y para la venideras. Esa tierra no tiene que envidiar a ninguna otra si sabe explotar sus potencialidades y mostrar en Madrid las peculiaridades que le hacen cargar con problemas que son de responsabilidad estatal y europea, como es el caso de la inmigración y la llegada de menores a los que hay que dar una acogida digna.
El egoísmo de otros territorios lleva a concebir esta situación como un problema de Ceuta, pero no lo es, es de toda España y de Europa.
Ceuta tiene futuro, recursos y yacimientos por explotar. Unidos se puede luchar por mejoras. Unidos, pero también fuertes ante los que enarbolan la bandera del miedo que no hace más que conducir a la inestabilidad, al recelo y al odio.
Ceuta tiene que estar por encima de esos absurdos complejos, debe mirar hacia el futuro, hacia las potencialidades que nos pueden hacer un rincón único.
El miedo va contra el progreso, el miedo nos convierte en vulnerables y evita crecimientos. Por eso, en estos momentos de balances, es importante partir de la necesidad de acuerdos para emprender juntos caminos provechosos por una tierra que tiene cuantiosos recursos sin desarrollar.
Vivas, como presidente de la Ciudad, destacó ayer en su intervención ante los medios de comunicación que ese camino de unión ha sido posible para sacar adelante asuntos de calado para esta ciudad, pero también para superar crisis tan duras como la de mayo de 2021 o momentos críticos como los registrados el 15-S, cuando la pretendida vulnerabilidad sobre las fronteras buscaba evidenciar otro mal mayor sobre la esencia de esta ciudad presentándola como débil.
Por delante se plantean retos ambiciosos como el de dar pasos de gigante en áreas bloqueadas como la de vivienda, pero también en mejorar la cobertura y disponibilidad en recursos y medios para atender a menores contando con el respaldo del Gobierno de la Nación que ayer comunicó oficialmente la dotación de una partida de 4,5 millones para ir aliviando la carga que soportan las arcas locales.
Ese es el camino, no hay otro posible. El entendimiento, el sumar y no restar, pero sobre todo esa clave, la que apuntó el presidente Vivas: vencer el miedo, porque ese miedo es el peor enemigo para Ceuta.