Agente de la Gendarmería Real marroquí de la zona de Akzanaya este jueves a dos médicos que trabajan en el Hospital Universitario de Tánger, que se encontraban bajo sospecha de estar involucrados en delitos que van desde el tráfico de medicamentos robados hasta el fraude y el engaño a pacientes.
Esta operación, según indica el medio de comunicación del país vecino chamaly.ma, fue el resultado de una investigación realizada por las autoridades competentes, en base a múltiples denuncias recibidas de ciudadanos y posibles víctimas de estas prácticas.
La investigación preliminar reveló la existencia de una red compleja que aprovechaba la posición de los médicos en el hospital para facilitar el robo de medicamentos destinados al tratamiento de pacientes, para luego venderlos de manera ilegal.
También se registraron casos de explotación directa de pacientes, al solicitarles cantidades de dinero a cambio de servicios médicos que se supone deben ser gratuitos, lo que generó amplia indignación entre los residentes de la ciudad y la comunidad médica.
Según fuentes consultadas por el tabloide marroquí, los dos médicos han sido puestos bajo custodia preventiva, a la espera de que se complete la investigación y se los presente ante la fiscalía para que se tome la decisión apropiada en su caso, señalando que uno de los médicos sufre de problemas psicológicos.
Impacto en la sociedad
Este incidente causó un gran impacto entre los trabajadores del sector de la salud y la sociedad civil, quienes elogiaron la rapidez y eficacia de la intervención de la Gendarmería Real en el manejo del caso, al tiempo que las organizaciones de derechos humanos y las asociaciones civiles hicieron un llamado para castigar con mano dura a cualquiera que se atreva a explotar a los pacientes o manipular sus derechos básicos.
Las investigaciones continúan para determinar el grado de implicación de otras personas en este caso, mientras se exigen ampliamente revelar a todos los involucrados y asegurar que rindan cuentas de acuerdo a la ley.