¿Qué hace un extraterrestre en Ceuta? Es la pregunta que se ha hecho una niña de la ciudad. Ella, dibujada y proyectada en vídeo en el Palacio Autonómico, ha sido uno de los protagonistas del video mapping navideño de este año.
La historia ha cobrado vida en las paredes del edificio y, con ella, los niños del multitudinario público han pasado un rato ameno. A lo largo del metraje, han interactuado con las preguntas lanzadas por los tres personajes, dos de ellos, ceutíes y, el otro, un marciano que por despiste ha aterrizado en la ciudad.
Su propósito principal era encontrar un mecánico para arreglar la avería de su nave, pero, en cambio, se ha topado con estos dos vecinos con los que ha tenido una agradable charla.
Ellos le han explicado conceptos como la música, el fútbol o la Navidad. Ya terminada la conversación, han cantado tres villancicos con uno de despedida final para finalizar el vídeo.
Los niños han respondido atentamente a las indicaciones y preguntas formuladas por estos dos niños que, junto a este nuevo curioso huésped, recuerdan el mensaje de estas fechas, especiales a pesar “de echar de menos a los que no están”.
Villancicos en Nelson Mandela
A unas calles de la ciudad las luces del mercadillo navideño han brillado para todos los que han pasado por allí a curiosear. Poco a poco, en esa imagen típica de compras y pasos tranquilos, se han adosado en traje que de chaqueta los miembros de la Banda de Música Ciudad de Ceuta.
Sigilosamente, se han colocado en sillas por la propia plaza Nelson Mandela. Parte de ellos han estado sobre el escenario. Tras afinar un par de veces, el repertorio previsto ha tenido un ligero cambio. Todos le han tocado ‘Cumpleaños feliz’ a una compañera de la formación que, sonrojada, ha recibido con gratitud este detalle.
Le han seguido ritmos más que conocidos por los allí presentes que se han repartido en círculo alrededor de la agrupación. Sonrientes, en silencio, han disfrutado del espectáculo. ‘Gatatumba’, ‘Mi burrito sabanero’, ‘Hacia Belén va una burra’ o ‘Campana sobre campana’ han sonado en los instrumentos de metal y viento de los músicos.
Cada vez que una pieza ha terminado, se han escuchado de fondo a niños revueltos en el tiovivo del mercadillo. Algunas ancianas han estado sentadas en los bancos de piedra y han tocado las palmas al ritmo de los villancicos. Pocos han sacado el teléfono móvil para grabar. Otros, de pie, han picoteado tentempiés o han tenido en brazos a sus hijos o nietos.
Toda una estampa navideña que se repetirá en los próximos días en esta recta final antes de la llegada de la Nochebuena en los hogares de Ceuta.