Nada se parece tanto a la injusticia como la justicia tardía, esta frase atribuida al célebre filósofo, político y pensador Seneca.
Otra cita expone que las ruedas de la justicia giran lentamente, pero muelen con gran precisión.
La existencia de juzgados atascados, jueces y fiscales reclaman más medios personales y materiales mientras los señalamientos de juicios se retrasan, en algunos casos, hasta varios años. El Constitucional reconoce que los retrasos en señalar juicios vulneran los derechos de los ciudadanos.
Esperar una sentencia puede ser una especie de tortura china que te deja noqueado; la espera desespera y el no saber una fecha concreta ni aproximada supone el hundimiento personal, en algunos casos, y en otros un cambio de vida hasta que la sentencia no se resuelva.
En términos generales, en España, un juicio penal puede tardar entre uno y tres años en resolverse, dependiendo de la complejidad del caso Sin embargo, existen casos en los que el proceso puede extenderse incluso más, especialmente si se trata de delitos graves o si el caso involucra múltiples imputados y pruebas complejas.
Administrar justicia no es sencillo: denuncia, pruebas, juicio, abogados, fiscales, jueces, funcionarios del Ministerio de justicia. A todo ello habrá que sumarle bajas, aplazamientos y todos los imponderables que se puedan sumar.
Y, mientras tanto, juicios paralelos, proceso público de enjuiciamiento realizado por los medios de comunicación sobre un asunto que está siendo conocido por los tribunales.
En el caso Emvicesa tres expolíticos han quedado absueltos:
Entre los detenidos, Susana Román: la mujer que, curiosamente, pone la célebre lista fantasma en conocimiento de la justicia. También Rabea Mohamed, consejera entonces de Cultura y con anterioridad de Asuntos Sociales, y Mohamed Alí, líder de Caballas. A los tres se les acusa de haber firmado actas de la Comisión Local de la Vivienda para adjudicar las casas. Jurídicamente: prevaricación continuada y pertenencia a organización criminal.
¿Qué pruebas sólidas se presentaron contra ellos? ¿Cómo se vivió en la ciudad? ¿Hubo detrás alguna mano negra que actuó deliberadamente para que fueran imputados?
Mohamed Alí fue sometido a escarnio y humillaciones públicas, tanto él como su familia. Llegó a plantearse irse de Ceuta por un acoso mediático que le afectó a nivel personal, laboral y social.
¿Cuánto tiempo tuvo que esperar hasta el día de hoy? 8 años de pesadilla.
Alí declaro:
“En la puerta de casa de mis padres aparecen pintadas de corrupto y ladrón; mi hijo que nunca había tenido problemas en el instituto tuvo una pelea y posterior expulsión por este motivo… ya no ha sido el mismo".
Parte de la sociedad ceutí ya lo había condenado incluso antes de salir el “caso EMVICESA”.
Buscar la metafísica de la acusación hace reflexionar sobre la catadura moral de los que se atreven a señalar con un dedo acusador.
¿Quiénes son los enemigos de Mohamed Alí? ¿Qué les ha hecho? ¿Por qué tanta violencia contra él?
Juan Luís Aróstegui le creyó hasta el final y analizó las tramas políticas que se viven en Ceuta para destruir personas, para acorralarlas, insultarlas, amenazarlas y desprestigiarlas tanto a la persona como a los que tuvieran que ver con ella. Tal vez habla de mierda el cagao.
El talante, la libertad y la valentía de Aróstegui es necesaria . Atreverse a no callar ante la injusticia ya es un valor en sí mismo.
No tener miedo en Ceuta ya es un triunfo.
De acuerdo al cien por cien!!!