Esta es una de las frases mágicas de un ritual cotidiano, decimos, expresamos, o deseamos comunicarnos con otro para hablar y la excusa es ese café en compañía para que la otra u otras personas se sinceren, cuenten emociones, miedos, sueños, fracasos, éxitos o derrotas.
Tomar un café es un "ábrete sésamo, abracadabra, Hakuna matata, una expresión suajili que significa no hay problema".
Recuerdo el revuelo que se armó el año que dije en una clase: "es más íntimo tomar un café que hacer el amor". Con un café compartido te desnudas, te descubres, conquistas las más altas cimas de otra persona.
Se dice que olor a café no solo evoca sensaciones individuales, sino que también tiene un profundo significado cultural. En muchas sociedades, el café es un símbolo de hospitalidad, reunión y socialización.
El vino, el té, el mate argentino, la cerveza, el tequila...son otras llaves que abren otras puertas; pero el café, su aroma, el sorbo a sorbo, la cuchara tintineando con la taza; es la sinfonía de los sentidos en la orquesta del alma.
Un café representa las mañanas de los domingos, las noches de estudio, las horas en la que escribo el cañonazo,
Mis recuerdos están muy ligados.
Esta bebida estimulante que adquiere personalidad propia según las formas de tomarlo: el sitio, la taza, el vaso, la hora, la temperatura o sus múltiples combinaciones.
En la ciudad de Málaga bares y cafeterías le rinden pleitesía nombrándolo según qué le acompaña al líquido oro negro:
Café solo: sin nada de leche.
Café largo, con un extra de café, un ‘solo’ pero con más café aún
Un ‘semilargo’, solo café pero sin llegar a llenarse la taza.
Un solo corto, solo café pero cortito, pequeño, que es el favorito de los más cafeteros,
Un mitad, mitad leche… mitad café.
Un entrecorto, con un poco menos de la mitad de café y el resto de leche,
Un corto, con poquito café y más leche.
Un sombra, que como su nombre indica es con un poco de café, pareciéndose así la bebida a una sombra,
La nube, solo con una nota de café y el resto de leche.
En el levante decimos bombón al café con leche condensada y carajillo, una bebida versátil que permite una amplia variedad de combinaciones. La receta clásica combina café y brandy, pero también se pueden utilizar otros licores como ron, whisky o aguardiente.
Cuando fui camarero oía nombrar algunas otras formas de tomarlo: Café americano tradicional se obtiene agregando agua caliente (90° aprox.) sobre un espresso servido en una taza mediana. Recuelo es un café aguado, cocido por segunda vez. Se llama así porque los Americanos se pasan el día tomando café y no es cuestión de que esté muy cargado.
En Italia tenemos Espresso: un café en una taza pequeña.
Cappuccino: la clave está en la espuma.
Café latte: una bebida con leche.
Caffè ristretto: un espresso intenso.
Caffè lungo: un espresso largo.
El Tinto" es la preparación de café más común en Colombia, y simplemente significa un café negro largo. Cuando me lo ofrecieron pensé que hablaban de vino y es que, como fecía mi profe de latín " identidad de significante no comporta identidad de significado"
Ahora también se dibuja en la espuma de la leche corazones, plumas, alas y cualquier ornamento que entre por los ojos.
Hay frases que han quedado para la historia política de nuestro país:
«Café para todos» es una popular expresión en España que tiene el sentido de ofrecer el mismo trato a todas las partes involucradas en un asunto con el fin de contentar a todos por igual. La pronunció el ministro Clavero Arévalo respecto al tema de las autonomías.
Siendo candidato a la presidencia, Zapatero acudió a un programa de televisión llamado tengo una pregunta para usted"
¿Cuánto vale un café en la calle, sabe usted contestarme?", cuestionó uno de los presentes. "Unos 80 céntimos", respondió el político socialista con visibles dudas. La respuesta, lógicamente, no convenció a su interlocutor. "Eso era en los tiempos del abuelo Patxi". Eso nos llevó a pensar la desconexión de los políticos con la realidad, que hace tiempo que no ha pagado un café o que se lo toma en el bar del congreso. Esa pregunta y respuesta ya forman parte de la historia de la televisión.
Yo, que soy existencialista y lobo solitario tomo café soluble, lo que beberían los habitantes de la caverna de Platón. Ese
Café me recuerda los paraísos perdidos y la letra de " peces de ciudad". Al lugar en que has sido feliz no debes tratar de volver.
También en la publicidad ha tenido su protagonismo: el sueldo para toda la vida hizo algunos cafeinómanos.