Marruecos tuvo en el siglo pasado y en el actual diversos conflictos no declarados con España, porque en ninguno de ellos apareció el vecino del sur oficialmente, si exceptuamos la crisis del islote de Perejil, en el que se utilizaron fuerzas del orden marroquíes para ocuparlo, aunque por poco tiempo. En los enfrentamientos de Ifni y Sahara intervino el llamado ELM o Ejército de Liberación Marroquí y la Marcha Verde se confió a una masa de 300.000 civiles entre los que estaban camuflados miembros del ejército marroquí. Con posterioridad, ya en 2021, fueron también civiles los que asaltaron la frontera de Ceuta.
No cabe duda que Marruecos practica respecto a Ceuta y Melilla una política propia que tradicionalmente sorprende a los gobiernos españoles de turno, los cuales no se especializan en este singular modo de actuar de nuestro vecino del sur. Un ejemplo fue el encuentro de Rabat del Presidente del gobierno de España y el Rey de Marruecos que tuvo lugar en 2022 y en el que se alcanzaron algunos compromisos como la apertura de las Aduanas Comerciales en Ceuta y Melilla que quedó en agua de borrajas, mientras España cumplía escrupulosamente lo acordado y otras concesiones complementarias.
La última noticia según el diario La Razón es que se ha creado o reflotado en Marruecos un Comité para la liberación de Ceuta y Melilla de liderazgo único e integrado por casi un centenar de asociaciones, con lo que vuelve a aflorar la técnica del estoy pero no estoy.
Con todos estos antecedentes, venimos insistiendo desde la creación de la Fundación Interservicios Ceuta en 2021 e incluso antes, en “la necesidad de crear un Estudio diplomático por expertos en las negociaciones con Marruecos sobre la estrategia negociadora de aquel país y las posibles intenciones directas o indirectas de Marruecos respecto a Ceuta” y los redactores de dicho estudio pueden estar atentos a cualquier movimiento como el del citado Comité creado en el vecino país.
Iniciativas como la descrita no son nuevas. Ya en 1995 organicé en nuestra ciudad la llamada “Una tarde para dialogar sobre el futuro de Ceuta” en la que intervinieron tres Abogados de Bruselas, cuatro economistas, una Letrada de la Generalitat, dos Abogados del Estado y un Fiscal, los tres últimos en excedencia. Y se contaba con un Comité Asesor formado por Catedráticos, Ingenieros, Inspectores de Trabajo y Hacienda, Psicólogo, experto en turismo y un Militar.
Entre los diversos temas que se trataron en aquella tarde memorable y en el documento correspondiente, figuraba un área de Derecho Internacional cuyo objetivo era la “Fijación de criterios sobre la situación de Ceuta respecto a Marruecos y colaboración con el Ministerio de Asuntos Exteriores y órganos de él dependientes”. Y es que estas acciones deben ser patrocinadas y utilizadas por la Ciudad Autónoma para defender el futuro de Ceuta, incluso en iniciativas posteriores que pueden resultar peligrosas como la reciente relativa a los trabajadores transfronterizos, sobre la que se ha redactado un Informe en nuestra Fundación.