Desbordados. Es la palabra que resume esta segunda jornada de recogida de productos organizada de forma altruista por Mónica Tenorio y el Banco de Alimentos de Ceuta. La gran cantidad de artículos de necesidad recibidos ha empujado a cargar los primeros furgones con destino a un tráiler.
Las noticias son buenas y se ven reflejadas en la sonrisa de esta caballa que, desde hace tres noches, confiesa que no duerme. A pesar del cansancio y de la preocupación por sus familiares afincados en esta región, se siente con fuerzas para celebrar que su propuesta cada vez coge más carrera.
Sin embargo, hay una inquietud que ronda su mente. Existe la posibilidad de que los productos alimentarios se queden en Algeciras y no lleguen a su destino final. Pide, por favor, que esto no ocurra e implora que se tenga en cuenta que se trata de ayuda humanitaria.
“Nos comentan desde la localidad gaditana acerca de trabas en aduanas. Tenemos como unos cinco pallets de potitos para niños y abuelos. Nos han advertido de que se puede retener la mercancía”, explica. “Me parece surrealista. Todos han colaborado y han aportado a esta causa”, incide.
“Necesito que nos den una facilidad para transportarlo. Valencia nos necesita. Nosotros estamos con ellos. Si no nos lo ponen sencillo… Es que no doy crédito”, apunta. “Por favor, pido a las administraciones públicas que nos echen una mano. Nosotros hemos puesto lo que podemos”, añade.
Obstáculos en Valencia
El paradigma tampoco es halagüeño a las puertas la zona geográfica involucrada. Las comunicaciones y carreteras sufren efectos de las inundaciones. La ceutí cuenta ya con un punto en el que entregar todo lo recaudado. “Ha sido gracias a la alcaldesa de Castellar, que nos ha ofrecido sus instalaciones”, asevera.
Expresiva y con una mirada de énfasis, traslada toda la información que le llega a través de sus allegados que residen allí. Mientras tanto, detrás, cargan con litros de lejía y agua un furgón. Llega algún que otro caballa a las puertas del edificio cargado de bolsas o mantas.
“La comida no está llegando a los puntos, a los lugares devastados por la DANA. Ahora están haciendo hueco para que pase la maquinaria pesada para apartar todos los vehículos de las calles. Hay personas de poblaciones como Masanasa y Alfafar que no pueden acceder a ellos”, relata. No es el único inconveniente al que se enfrentan los residentes de las poblaciones que se encuentran en circunstancias críticas. El agua está contaminada por lo que no pueden consumir la que sale del grifo en las viviendas ya que los pozos no son seguros. Es este el motivo por el que son de vital importancia los desinfectantes, los artículos de higiene personal, los guantes, las mascarillas o los detergentes. Esto último también es preciso ya que necesitan eliminar las impurezas de la ropa “y están escasos de recursos”.
“Todavía no han logrado entrar a muchos garajes ni a plantas bajas. Hay cuerpos que aún no se han recuperado y que están en descomposición”, narra. “Está complicado. La situación cambia por minuto”, reflexiona.
“Ceuta no os abandona”
Basta con un primer vistazo al interior del local habilitado en la avenida Madrid para saber que la respuesta ha sido multitudinaria. Cajas apiladas, leche en polvo para bebés, potitos o pallets llenos de agua bajo el rótulo “Ceuta no te abandona” ocupan las salas de la sede. Solo la planta de arriba está repleta de prendas que han traído los vecinos para que sean llevadas a los pueblos golpeados por la DANA.
Tenorio calcula que van a darse “varios viajes” y que se completarán un tráiler y cuatro furgones. “Aun así creo que habrá todavía enseres”, estima. “Esto ha sido una marea de solidaridad. Estamos desbordados. Ayer pensé que estábamos al 80%, pero creo que ya casi se alcanza el 100%”, considera. “Teníamos previsto cargar el miércoles para marcharnos el jueves. Ha sido este domingo”, expone.
Está “emocionada” ante la alta participación de los caballas. “Sé que hay a quien lo le gusta esta frase, pero es cierta. El pueblo salva al pueblo. Si tuviéramos que esperar a que esto lo hagan entidades oficiales u administraciones públicas, estaríamos aún aguardando”, opina. “Alguien tenía que decir esto. Doy las gracias a todos los que han colaborado, desde el que ha dejado una bolsita hasta el que se ha quedado a ayudar o el que se ha puesto a empaquetar”, menciona.
“La mitad de personas que hay aquí no las conozco. Se han ofrecido a apoyarnos. Arriman el hombro. Por desgracia nos hemos unido para esto. No hay mal que por bien no venga. Estamos todos a una”, concluye.
Mano a mano, grano a grano de arena, Ceuta se vuelca por Valencia para llevar material. Objetos y productos que, de algún modo, se convertirán en un abrazo y en un aliento desde la distancia.