Aprovechando el Día Mundial del ictus 2024, los responsables de las secciones de Neurología de Ceuta y Melilla y, representantes, además, de la Sociedad Española de Neurología (SEN), en dichos territorios, queremos concienciar a la población de la importancia de la patología y de la necesidad de extremar las medidas de prevención.
El ictus es un proceso súbito, que supone un daño cerebral agudo, bien por una obstrucción de un vaso cerebral, bien por una rotura del mismo, con emisión de sangre a la zona adyacente. Siempre es un proceso grave, pero dependiendo del territorio y extensión, puede ser muy grave, crítico o mortal.
Cada año, en España 130.000 personas sufren un ictus, falleciendo la tercera parte a consecuencia del mismo, de forma directa o indirecta. El ictus es la principal causa de muerte en mujeres y la segunda hombres, siendo la primera causa de discapacidad, de forma global, en nuestro país. Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) en el año 2023 fallecieron más del doble de mujeres por ictus que por cáncer de mama, por lo que podemos hacernos una idea de la enorme magnitud del problema. Se estima que, en España, cerca de 400.000 personas viven día a día, soportando las secuelas de haber padecido un ictus.
El problema en Ceuta y Melilla no es menor: en torno a 400 personas, entre las dos ciudades autónomas, sufre un ictus cada año, lo que implica un problema de salud de importancia inusitada y que requiere una respuesta proporcional y adecuada.
Por tanto el Día Mundial del Ictus, debe ser una fecha para la reflexión:
Por un lado, para los ciudadanos, potenciales pacientes, que deben extremar las medidas para prevenir un ictus: controlar su presión arterial, su glucemia, su colesterol y triglicéridos, no fumar, no beber alcohol y realizar una dieta sana mediterránea, abundante en fruta y verdura, junto a un ejercicio físico diario moderado, lo que va a contribuir a controlar nuestro peso, es la mejor receta para prevenir un ictus.
Además, el control adecuado por parte de nuestro médico de familia y la detección precoz de problemas cardíacos y/o sistémicos, completaría el panel de medidas preventivas.
Por otro lado, para la Administración:
Son muchas las medidas que han demostrado una mejora de la mortalidad, la morbilidad y la situación final, tras un ictus, y que, consideramos que deben implementarse en nuestros hospitales para poder mejorar la asistencia a nuestros pacientes. Entre ellas, nos gustaría resaltar las siguientes:
La creación de Unidades de Ictus en Ceuta y Melilla.
La instauración de guardias hospitalarias específicas de ictus en ambas ciudades.
La instauración de laboratorios de Neurosonología en ambos hospitales de INGESA.
La adecuada dotación de neurólogos para ello, que nunca puede estar por debajo de la media estatal, como ocurre en estos momentos.
La optimización de los circuitos de trombectomía y la gestión de los mismos por parte de Neurología, que incluyan la innovación y el estudio de las diferentes posibilidades de tratamiento “in situ”.
La creación de consultas de alta resolución para patología cerebrovascular, adecuando, además los tiempos de consulta, hoy día, muy por debajo de la media de tiempos hospitalarios de nuestro entorno.
Por último, queremos expresar, nuestro firme compromiso de luchar por una mejor asistencia neurológica en ambas ciudades hermanas, objetivo que sólo podrá cumplirse si ciudadanos y Administración se adhieren al mismo, en una alianza estratégica e imprescindible.