Agentes de la Guardia Civil adscritos a la Policía Judicial investigan ya la ruta de vuelo que pudo seguir el avión que fue encontrado el pasado lunes cargado con un kilo de hachís. A diferencia del primero de los hallazgos, en el que el aparato estaba más dañado tras caer al mar, en el último caso sí se ha podido obtener un mayor número de pruebas para conocer la ruta de vuelo que se estaba siguiendo. Por el combustible todo apunta a que el trayecto del avión era el que enlaza Beliones con Ceuta, y ahora lo que se analiza son las huellas del aparato y las coordenadas para conocer de dónde partió y a qué punto concreto se dirigía la carga de bellotas. Al igual que sucedió con el anterior hallazgo, ambos aaviones venían dotados de GPS y disponían de una cámara de visionado que es la que está siendo analizada por la Benemérita.
Al margen de las investigaciones la Guardia Civil maneja varias hipótesis en torno a lo que hay detrás de este suceso. ¿Complicarse la vida de esta manera para pasar uno o dos kilos de hachís? Resulta demasiado complicado, salvo que se estuviera preparando el terreno para pretender traslados de cocaína, es entonces cuando el negocio aparenta ser más rentable. Pero eso son meras hipótesis sobre las que ya trabaja el Instituto Armado. Todavía no hay detenidos al respecto.