Esta tarde han dado comienzo las primeras jornadas sobre sufismo en Ceuta con la inauguración de la exposición 'Misterios de la civilización del agua'.
Esta muestra ha sido posible gracias a la fundación Premio Convivencia en colaboración con UNED Ceuta, la Universidad de Murcia y la asociación para el diálogo intercultural ACEDI junto a la Agregaduría de Asuntos Sociales del Consulado General de la República de Turquía en Barcelona.
La inauguración de 'Misterios de la civilización del agua' ha estado protagonizada por Nuran Öner, artista de ebru, que ha creado una pintura frente a todos los presentes acompañada de la celestial música que ha ofrecido el músico Neyzen Muhammet con su flauta.
Todos han quedado deleitados con la intervención de ambos artistas procedentes de la agregaduría de Asuntos Sociales del Consulado General de la República de Turquía en Barcelona.
La exposición se compone de 39 pinturas de ebru, un arte decorativo turco que está muy relacionado con el sufismo por su simbología de paz, amor y la búsqueda del humano perfecto, según ha contado el Dr. Kenan Oral, agregado de la entidad.
"El arte de ebru es distinto a otras pinturas, otras se aplican sobre el papel, pero el ebru se aplica sobre el agua, luego se transfiere al papel. También lo distingue la importancia que toma el fondo del papel, no solo el diseño", ha comunicado Oral.
En la exposición se pueden encontrar pinturas como un tulipán, que representa a Allah, una rosa, en representación del profeta Mohamed y muchos estilos de ebru que simbolizan el amor divino y la existencia de Allah, así como el perfeccionismo en la naturaleza.
"La base del sufismo es el amor, afecto y tolerancia, además se cree que el universo está creado por el amor", ha detallado Oral.
Según el teólogo Juan José Tamayo, "el sufismo es posiblemente la corriente fundamental del islam. Se ha pensado que el Corán es un libro de teología política incluso un libro jurídico, pero yo creo que el fondo el centro fundamental del Corán es el sufismo, la experiencia religiosa de los creyentes musulmanes que ponen todo el acento en esa dimensión interior, profunda y de identificación con la divinidad".
Ha explicado Tamayo que el desconocimiento del islam presente en España ha llevado a considerar al sufismo como una corriente marginal, una tendencia minoritaria.
Una de las misiones de Tamayo como ponente en esta primera jornada sobre sufismo en Ceuta ha sido hablar sobre el diálogo entre la mística cristiana y el sufismo musulmán, tendencias y corrientes que trascienden la propia estructura y organización de las religiones.
Según Tamayo el sufismo es la dimensión estética, "la estética como uno de los caminos para llegar a la divinidad, no es tanto la estructura, la jerarquía o la estructuración que en el fondo mata en el espíritu, sino que es esa dimensión ética y estética la que lleva a los musulmanes sufíes a encontrarse directamente con Dios sin ningún tipo de mediación".
Es este encuentro con Dios el que lleva a los sufíes "a criticar las instituciones, tanto las políticas como las religiones y a ser perseguidos dentro de la propia religión", ha concluido Tamayo.