El presidente de la asociación de vecinos de Patio Páramo, Manuel García, expone algunas de las deficiencias de la barriada y de igual manera agradece por otras que ya están subsanadas, “aunque hayan costado diez años”.
El aspecto más preocupante y urgente que denuncia García es el estado de la marquesina de autobús situada en la Marina, cuyo cristal roto se está cayendo a trozos, lo que supone un peligro inminente para la ciudadanía.
Los trozos de cristal están sostenidos con celo, una medida que no soluciona absolutamente nada, pues los cristales siguen cayendo y son visibles en el suelo.
El problema existente es que en cualquier momento todo este cristal desgranado puede caer sobre algún ciudadano. Además, de cara al invierno, García espera que se cambie la marquesina para dar cobijo a los caballas.
En este sentido, propone a la Ciudad construir paradas de autobús de mampostería.
Manuel García transmite que la barriada está a la espera de que “terminen el paseo de la Marina porque se terminó en los baños árabes y no se ha continuado, tanto las losas como la luminaria”.
“Hay dos maceteros en la acera frente a la Marina cuyas raíces han levantado las losas”, relata haciendo referencia al peligro que supone este hecho para el viandante.
Otro aspecto a erradicar en la barriada es el árbol situado en la zona alta junto al aparcamiento, cuyas ramas obligan “a agacharse” a los vecinos que pasan por la acera a pesar de estar situado al otro lado de la pared subyacente. El presidente reclama una poda de estas ramas para un paso cómodo.
Sin local social
En cuanto a todas las deficiencias ya sanadas de la barriada, se encuentra el local social, cuyo aspecto luce impecable permitiendo así a los vecinos tener un lugar común de reunión para sus actividades.
“Nos juntamos para hacer actividades de verano, en Navidad, en Reyes, los vecinos celebran aquí sus cumpleaños ahorrándose el desplazamiento a otro lugar…”, detalla García.
Estas instalaciones se están aprovechando desde el año pasado, pero según García, la barriada “se ha tirado 7 años sin recibir ni un duro”. Está bien que el problema se haya subsanado pero, “se debería haber hecho mucho antes”.
García cuenta que los vecinos están contentos con la instalación de las rejas que bordean los edificios de Patio Páramo, evitando así que gente ajena a las viviendas acceda a este lugar cuyas vistas son envidiables.
A Manuel García le gustaría poder suceder su cargo de presidente a algún vecino que se preocupe por la barriada tanto como él, pero a día de hoy, nadie se ofrece para desarrollar las labores de presidente de la barriada.
Los avances conseguidos en el barrio, según García, han costado años de insistencia, “pero por fin se están haciendo algunas de ellas”.
A pesar de las deficiencias del barrio, Manuel García quiere agradecer a Tamara Guerrero, directora general de Planificación de Inversiones, a la Consejería de Fomento y a Brigadas Verdes por el trabajo desarrollado en la barriada.
Si son privadas que lo paguen los dueños,q para vender las casas las ponen a precio de mercado