El Club de Petanca de Los Rosales amaneció ayer patas arriba. El secretario de la entidad, Juan Trillo, acudió al lugar tras ser avisado por un vecino del barrio a primera hora de la mañana, de que una ventana estaba rota y la puerta abierta. Al llegar, se confirmó lo que sospechaba. Habían entrado a robar. “Entraron por la ventana de la cocina, que es minúscula, lo que hace sospechar que ha sido un menor o una persona muy delgada”, explicaba Trillo repasando entre los estropicios causados en el local, todo lo que habían hurtado: una televisión de 48 pulgadas, la caja fuerte con 500 euros que guardaban ahí para ir reponiendo el bar, una cámara de fotos, el ordenador y la impresora y varias equipaciones que guardaban nuevas para que los socios se fueran probando e ir encargándolas. “Parece que el que se introdujo por la ventana abrió la puerta a más personas y fueron varios los que cometieron el robo”, explica mientras la policía científica toma huellas en el lugar.
Hace ya 21 años que la sede se encuentra en Los Rosales y aunque habían entrado hace apenas dos meses en la oficina, en esa ocasión tan sólo quemaron algunos papeles. “Ahora las pérdidas han sido muchas, la verdad es que nunca hubo tanta inseguridad como ahora que yo recuerde. Sin ir más lejos, el mismo viernes cuando jugábamos a la petanca, nos estuvieron tirando piedras”, denuncia el secretario lamentando el suceso y la delincuencia.