Las entradas de menores marroquíes están llevando a Ceuta a una situación extrema. Tanto es así que no puede estirarse el chicle de la acogida porque llegará un momento en que Ceuta, como ciudad, se agote.
La solidaridad de todos los territorios debería ser inmediata, para nada forzada ni exigida, pero no así tal y como se ha demostrado en las sectoriales celebradas.
El Gobierno central entiende la situación de Ceuta y como tal está respondiendo comprometiéndose a una acogida que debe ser concretada.
Al margen de esa determinación y postura, merece ser destacado el talante solidario y responsable que ha demostrado el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, quien no ha dudado en ofrecer toda la ayuda posible a un territorio al que siempre ha tratado como hermano.
Moreno siempre ha tenido sintonía con esta ciudad, lo ha demostrado con creces y ahora, en un periodo especialmente crítico, mucho más.
Andalucía está con Ceuta, y ya se ha ofrecido a estar de su lado para ayudar, dentro de lo que pueda, a resolver esta auténtica situación crítica.
Ahora se deben concretar las maneras, pero cuanto menos merece ser destacada la solidaridad manifestada.