Que se vayan a realizar obras, por parte de diferentes promotores en distintos espacios pero dentro del mismo entorno, y que en ambos casos sea para poner en valor y recuperar un espacio cultural asombroso, siempre es una buena noticia.
Si no se cuida y mantiene de forma adecuada lo que se tiene, acaba perdiéndose. Y la lista de bienes inmuebles que se van perdiendo en la ciudad es penosa. Ahí tenemos el castillo de San Amaro, que tanto debería representar en la historia y que está en un estado de sumo abandono. También acude a la memoria la pequeña construcción del Parque de Artillería que, por dejadez y negligencia, se ha dejado caer en un estado de ruina ya prácticamente irrecuperable.
Casos así se repiten de forma habitual y siempre causan tristeza.
Por eso cuando se tienen noticias de algo que se quiere rehabilitar, poner en valor, recuperar para los ciudadanos, ya sea en forma de museo, espacio cultural o cualquier tipo de ocio compatible con el respeto a lo patrimonial, siempre es una buena noticia, de esas que hay que celebrar.
Y si este espacio genera más lugares turísticos visitables será una noticia aplaudida por los ceutíes, los turistas y todo aquel que disfrute con el hecho de que la recuperación nos facilita conocer el pasado a los que vivimos en la ciudad, y darlo a conocer a aquellos que nos visitan.
En cualquier caso, la recuperación siempre nos obliga a mantener en óptimas condiciones el patrimonio de cara a las generaciones venideras, lo que viene a ser, el futuro de Ceuta, el futuro de todos los que la formamos.