Debo de darle las gracias a esta Benemérita institución de la Guardia Civil y también a la Virgen del Pilar, por dejar que pertenezca a ella.
Mi marido estuvo en ella durante los seis años que pudo estar entre nosotros.
Me dejó muchos buenos recuerdos, entre ellos su jura de Bandera, su entrega de despacho, allá en Baeza, y la noticia que le di después de lanzar al aire su tricornio al finalizar el desfile protocolario. Éramos unos futuros padres, de unos gemelos.
Pero todas las alegrías se las llevo un día. Cuando el pobre amaneció cadáver en nuestra cama.
Muchas lágrimas fueron el detonante de una nueva misión en mi vida.
Pensar en mis gemelos, fruto del amor que había tenido con ese número de la Guardia Civil, que con tanto honor había estado en esos caminos de nuestra querida Patria.
La decisión fue tomada al poco tiempo de verme viuda.
Hice una larga charla con mi madre y le afronté que los hijos de Manolo no podían quedar al amparo de la caridad de una paga por orfandad. Y me puse a estudiar. A sabiendas que por la calle era muy difícil.
Pero solo mirando las fotos de mi marido y las de mis hijos, me indujo muchísimo más para centrarme en estudiar, horas y horas y también para ponerme en forma para hacer las pruebas físicas.
Fueron dos largos y grandes años para conseguir por fin la nota necesaria para entrar en la Guardia Civil.
Lo primero que hice fue ir a la tumba de mi marido y cuadrarme delante de un superior mío, ya que la antigüedad es un grado, y decirle que: “lo quería y por el sería un nuevo Guardia Civil, que como el cuidaría por la ciudadanía española”".
Fui a varios puestos donde la verdad que me acordaba cada vez que me ponía el uniforme de la figura de mi difunto marido Guardia Civil y más ganas me daban de estar allí defendiendo el bien de los demás y ser útil para que mis gemelos, no echen de menos a un padre protector que se fue al Cielo para estar junto a los Ángeles y muchos compañeros que hay allí.
Gracias Manolo por haberme dado el camino a seguir en este valle de lágrimas.
Y a sus órdenes mi querida Guardia Civil.
Dicen por ahi, que quién tiene mas cojones que un Guardia Civil, pues la mujer, en este caso la viuda de un Guzrdia Civil. Enhorabuena señora por ese sacrificio que hizo por sacar a sus hijos adelante y por su pundonor. Viva la Guardia Civil.