Aunque en un principio la magistrada del juzgado de lo Penal número uno condenó a un año de prisión al marroquí que fue sorprendido por una pareja de militares en el acuartelamiento de Caballería MONTESA–3 mientras se afanaba por robar un coche en el interior de las instalaciones, finalmente A.D. no cumplirá esta pena al ser sustituida, en base al artículo 89 del Código Penal y a la evidencia de no tener domicilio en España, por una expulsión del territorio español durante los próximos cinco años, condena que si llegara a pasar por alto le llevaría de inmediato a la cárcel para cumplir el año de prisión estipulado en un primer momento tras cometer un delito de robo con violencia en grado de tentativa recogido en los artículos 237 y 242, párrafo primero, del C.P.E.
Los hechos por los que el hombre fue condenado sucedieron a la madrugada del lunes 26 de septiembre de este año, cuando A.D. fue pillado ‘in fraganti’ por dos militares del RCAC-3 que estaban de servicio nocturno intentando hacerse con un vehículo que se encontraba dentro de las pertenencias militares, situación que desencandenó un forcejeo entre ambas partes que alcanzó momentos de tensión cuando el condenado sacó una navaja que mantuvo en la mano con malévolas intenciones. Finalmente uno de los militares pudo retenerle a la espera de la llegada de una patrulla de la Benemérita que se hizo con el hombre, procediendo a su arresto y traslado al cuartelillo de Hadú.
A raíz de las investigaciones posteriores se supo que A.D., para adentrarse en la instalación militar, forzó la valla externa de la infraestructura, provocando importantes daños.
Precisamente, el montante económico que ha costado reparar la valla del acuartelamiento también correrá a cargo del condenado en régimen de indemnización al Ministerio de Defensa Español, titular de la propiedad dañada, pena que fue aceptada por el hombre. Por su parte, desde la Comandancia General se apuntó al respecto que “la Comandancia no valora la condena toda vez que se trata de una sentencia judicial”.