El Centro Dramático puso ayer la nota de humor a una jornada metereológicamente desapacible. Y lo hizo con la obra ‘Mi mujer es el fontanero’, en pleno auditorio de la Manzana. El público respondió y, lo que es más importante, se lo pasó de miedo con una apuesta en la que los de Merlo han trabajado muchísimo. Mañana disfruten en nuestra edición de una crítica teatral profesionalizada.